No se vale, que en razón de la pandemia, convirtamos la democracia en una víctima más.

Reducir el aporte estatal del 0.19% al 0.10% del PIB para financiar la campaña política del 2022, es válido y consecuente con la realidad fiscal y económica del país, sin embargo, es impensable que en medio de la pandemia se impulsen iniciativas que trastocan estructuralmente nuestra democracia. 

Sí, el sistema político costarricense no es perfecto, debe estar en constante mejora, pero la democracia es un sistema que no tiene alternativa. Insinuar que deben ampliarse nombramientos de estructuras partidarias, acortar tiempos de campaña electoral o no permitir la realización de reuniones políticas, son propuestas anti democráticas, en contra de la participación ciudadana y que no permiten combatir la desinformación política. 

Estamos obligados a proteger la salud y la economía, pero también, debemos asegurarnos de proteger los procesos electorales, la legitimidad de nuestro sistema democrático y de que tengamos los insumos necesarios para ejercer de la mejor forma nuestro derecho a elegir y ser electo. 

Feliz día de la Independencia!!