Al senador no le gustan los eufemismos. Sin pelos en la lengua, critica duramente a la derecha y califica como “ridícula” la victimización a la que ha recurrido en esta campaña. También le molesta que la Alianza enarbole banderas novedosas y al momento de votar siga defendiendo sus posturas “retrógradas”. El ex seleccionado nacional de rugby quiere tacklear a Piñera a toda costa.

En medio de los naranjos que adornan el patio interior del comando de Eduardo Frei, en avenida Bilbao, LND conversó extensamente con uno de los pilares de la campaña presidencial concertacionista, el senador Jorge Pizarro, hombre de vasta trayectoria en la DC, dos veces diputado por Ovalle y actual senador por la Región de Coquimbo.

Pizarro llama a hacer una campaña menos mediática y más seria, que se centre en los temas de fondo que pueden marcar diferencias claras con las otras candidaturas.

Refuta las acusaciones sobre una campaña del terror por parte del comando freísta, señalando que la derecha es la que más sabe de complots.

También cuestiona abiertamente la credibilidad del abanderado aliancista, poniendo énfasis en las contradicciones entre lo que dice públicamente Sebastián Piñera y lo que votan sus parlamentarios en el Congreso.

-¿Cómo ve la campaña presidencial a menos de dos meses de los comicios?

-Esta es una campaña bien atípica, que se da en un momento político complejo, porque hay mucha apatía y distanciamiento de la ciudadanía con los temas políticos y la institucionalidad representativa del sistema político. Y eso hace que se exacerbe lo mediático por sobre lo conceptual. Tenemos que convencer a la gente de que lo estamos eligiendo en diciembre es un Presidente de la República. Esto no es un casting para un reality de la televisión. No es un cargo que se pueda subastar al mejor postor. Por lo tanto, necesitamos a una persona que sea capaz de ejercer liderazgo, que sea honesto y tenga la experiencia y la seriedad para garantizar un buen gobierno. Frei encarna eso. Tiene los méritos para ejercer el cargo y cuenta con una coalición que es capaz de dar gobernabilidad y estabilidad política al país. Esto último molesta mucho a la derecha.

-La Alianza acusó al comando de hacer una campaña del terror por lo que dijo Frei respecto de los conflictos sociales que generaría un triunfo de Piñera…

-Toda la estrategia mediática de la derecha de acusar a Frei de una campaña del terror me parece francamente ridícula. Los que saben de complots, de uso y abuso en el manejo de los medios y de tergiversar la realidad son justamente los que apoyan a Piñera. Es un hecho de la causa que, en un gobierno de derecha, los problemas de estabilidad social están en juego y se produce una polarización que, a la larga, es muy dañina para el funcionamiento del país y del sistema democrático. La Concertación tiene la ventaja de que sabe manejar conflictos a través del consenso y del diálogo. Hay ahí un activo que la campaña de Eduardo Frei tiene todo el derecho a plantear. No pueden decir lo mismo las otras candidaturas, porque no tienen ninguna capacidad de dar gobernabilidad o porque definitivamente sus propuestas van a polarizar y a generar conflictos mayores con actores sociales relevantes, que es el caso de Piñera. Así que la verdad no ofende a nadie, dice el refrán.

- A veces parece que todos los candidatos plantearan lo mismo. Por ejemplo, Piñera también dice defender los derechos de los trabajadores.

-Hay un problema de credibilidad detrás de esas afirmaciones. La derecha y Piñera han dicho muchas veces que están por defender los derechos de los trabajadores, pero cuando en el Congreso se votan leyes laborales que permitan un mayor equilibrio en la relación empleador y trabajador, la derecha siempre vota en contra de los trabajadores, incluyendo a Piñera cuando fue senador. Eso se refleja en otros ámbitos, como derechos humanos, mecanismos de regulación para sectores económicos que están altamente protegidos y actúan sin mucho control ciudadano, etcétera. La derecha tiene un discurso público con el que busca empatizar con las necesidades de las grandes mayorías, pero, cuando llega el momento de tomar las decisiones, lo hacen a favor de unos pocos, que son los que representan siempre y que están vinculados a los poderes económicos. Esa es la diferencia sustancial entre la candidatura de Piñera y lo que representa Eduardo Frei.

-¿Está de acuerdo con la reforma laboral que presentaron los diputados aunque el gobierno lo considere inoportuno?

-El gobierno tiene sus tiempos y sus prioridades y le quedan cinco meses. No está en condiciones de desarrollar temas que son más de fondo, pero sí es responsabilidad de los partidos y del próximo gobierno. En eso, Eduardo Frei tiene una propuesta potente que fortalece la negociación colectiva y la organización sindical. Y en eso tenemos una diferencia con la derecha. Nos interesa que la gente discuta sobre lo que representa cada candidatura y en el momento de votar, decida. Los que quieran avanzar en materia de reformas laborales saben que tienen que votar por Eduardo Frei y no por Piñera.

-¿Cómo va el despliegue territorial de la campaña?

-Hemos mejorado, sin duda, pero es evidente que nos falta y en esto hay que ser majaderos e insistir en que necesitamos más trabajo territorial, más participación de los activos de la Concertación en terreno, más liderazgos locales volcados a trabajar en sus comunas que permitan el contacto directo con los electores para explicar lo importante que es para Chile elegir a Frei en diciembre.

-¿Y eso lo están trabajando directamente con los partidos?

-Estamos trabajando con los partidos, con los candidatos a parlamentarios, con las organizaciones civiles, con los independientes, con los frentes sociales, con los grupos de organizaciones ciudadanas y con todo el mundo. Estamos haciendo esfuerzos por sumar a todos los que quieren un Chile libre, democrático, pluralista, inclusivo, solidario y con igualdad de oportunidades para todos.

-En la Concertación algunos dicen que Frei necesita un generalísimo. El presidente DC, Juan Carlos Latorre, dijo que echaba de menos un comité ejecutivo de alto nivel, con gente que tuviera más experiencia en campañas, como usted.

-Yo agradezco todas las sugerencias, aportes y críticas que se hacen a cómo estamos funcionando, porque eso permite mejorar. También refleja que hay gente dispuesta a sumarse a la campaña y la verdad es que aquí no sobra nadie, al revés, nos faltan jóvenes, gente experimentada, mujeres, todos los activos de la Concertación nos hacen falta para enfrentar esta campaña, que es muy difícil. Asumo esos planteamientos como un acto de nuevo compromiso con el esfuerzo colectivo que estamos haciendo.

-¿Y la coordinación con la campaña parlamentaria? Parece que ahí hay más dificultades…

-Nos ha costado. Ha mejorado, igual que el trabajo territorial, pero nos ha costado y todavía en algunos casos no logramos concretarla, pero siempre digo que esto es por etapas. Me parece natural que cuando un candidato quiera darse a conocer se asocie a la figura de la Presidenta, si es un candidato de la Concertación. Se pasaría de leso si no lo hiciera. La Presidenta tiene una gran popularidad y se identifica fácilmente con la idea de la Concertación, entonces cualquier candidato de la coalición tiene que hacer campaña con la Presidenta. También es natural que los candidatos promuevan sus propias figuras, porque son ellos los que van a representar después. Una cosa es que se les identifique con alguien y otra cosa es pretender que los apadrinen y, por tanto, tienen que hacer sus campañas individualmente.

-Pero algunos prefieren aparecer con la Presidenta Bachelet más que con Frei…

-En la fase en que estamos, es fundamental que esos candidatos le digan a sus electores qué van a representar en un próximo gobierno y ahí es donde tienen que ligarse con la campaña presidencial de Eduardo Frei. Ya lo están entendiendo todos y nosotros también hemos hecho un esfuerzo por ligar ambas campañas. De ahí viene la producción de propaganda gráfica, letreros y dípticos, donde aparece la figura de Frei con las figuras de los diputados. Porque así como decimos que Frei es la continuidad del gobierno de la Presidenta Bachelet, los candidatos a diputados también tienen que identificarse con la Concertación. Tampoco queremos elegir gente que después se vaya por un proyecto personal o se dé vuelta la chaqueta, porque de eso ya tuvimos mucho y esos mismos son los que dejaron en minoría a la propia Presidenta en los últimos años en el Congreso. Perdimos la mayoría en la Cámara y en el Senado, y de eso nadie se hace cargo. Hoy ellos creen que no hay que pagar un costo por eso y me parece que los ciudadanos tienen derecho a exigirles y a sancionar a aquellos candidatos que hace cuatro años les dijeron elíjanme para acompañar a Bachelet y después la dejaron botada. Con mucha claridad, la campaña de Frei es con los candidatos de la Concertación y la campaña de los candidatos de la Concertación es con Frei.

-En Chile se ha instalado la idea de que los ministros y el gobierno no pueden actuar en política, pero en el resto del mundo se considera lógico que un gobierno apoye a un sucesor de su misma coalición…

-La derecha ha hecho una campaña de amedrentamiento hacia el gobierno y hacia quienes ocupan cargos en él para que no actúen, no se definan e inhibirlos de participar en política. Y ese amedrentamiento no sólo refleja prepotencia, soberbia, sino que además ha contado con la complicidad del señor contralor, quien ha llegado a dictámenes ridículos que violentan los derechos de cada ciudadano y las conciencias de cada persona. Ahí hay una conjunción de intereses.

- A pesar de estas dificultades, ¿el gobierno debiera jugarse más por la campaña de Frei?

-Espero que todos los que están en el gobierno en representación de la Concertación y nombrados por la Presidenta Bachelet trabajen activamente por Frei. Nadie les pide que dejen sus labores. Si alguno lo quiere hacer y quiere venir a trabajar en la campaña, bienvenido sea. Ojalá todos los hicieran, porque es un asunto de coherencia y compromiso político. Es parte de la obligación de ellos jugarse por entero por la candidatura de la Concertación.

El pacto con Juntos Podemos

Con energía, Pizarro rechaza los “ataques” de que ha sido objeto su partido a raíz del pacto electoral con la izquierda extraparlamentaria, en que incluso se utilizaron figuras como José María Aznar y referencias a la Fundación Konrad Adenauer para dar a entender que era “inconcebible” una postura de este tipo.

-La DC ha sido objeto de fuertes críticas por haberse involucrado en un pacto electoral con el PC...

-La derecha chilena, en esta materia, ha mostrado su rostro más retrógrado, más conservador y lo hacen de la manera más burda, más grosera y apelando a las viejas prácticas anticomunistas de los ’60, en la guerra fría. De manera sistemática, han tratado de denostar un acuerdo electoral de toda la Concertación con el Juntos Podemos. No es un acuerdo de la DC, sino de toda la coalición política con otro conglomerado político, que es Juntos Podemos, del cual forma parte el Partido Comunista.

-Se ha dicho que la DC está girando a la izquierda…

-Ese acuerdo electoral tiene dos objetivos muy claros. Primero, terminar con la exclusión de importantes sectores de la política chilena del Congreso Nacional y eso nos parece que es un deber ético, un deber político. El segundo objetivo del pacto electoral es garantizar una mayoría, tanto en la Cámara como en el Senado, para el futuro gobierno de Frei. Esos son los dos objetivos que esperamos cumplir. A la derecha eso no le gusta, porque atenta directamente contra sus intereses. Primero, porque, desde el punto de vista electoral, en la competencia parlamentaria hay una fuerza capaz de derrotar a la derecha, a pesar del sistema binominal que le da una sobrerrepresentación gratuita.

-¿La derecha le tiene miedo al pacto con Juntos Podemos?

-Sin duda que le tienen miedo. Además y en términos de la campaña presidencial, en una segunda vuelta no cabe duda de que la gente que hoy está con la candidatura de Arrate va a votar por Frei. La derecha sabe que eso significará la derrota de Piñera. Eso es todo.

-¿Cómo ha evolucionado la DC desde la salida de Adolfo Zaldívar, pasando por la “bajada” de Soledad Alvear y los resultados adversos en las municipales?

-El partido ha estado en una crisis casi permanente en los últimos dos o tres años, que se traduce en esos hechos que usted plantea, pero, a pesar de esas dificultades, ha primado un espíritu de cuerpo, un sentido unitario que ha permitido que la actual conducción haya sido capaz de generar una lista parlamentaria para enfrentar con éxito el desafío electoral de diciembre, además de acompañar y potenciar la campaña presidencial de Eduardo Frei. Y no he visto que al interior del partido haya discusión o debate sobre eso, hecho importante, porque un partido unido siempre aportará más que uno en conflicto.