Los conservadores de la canciller alemana Angela Merkel propusieron recortes de impuestos por 20.000 millones de euros durante los próximos cuatro años, en una nueva ronda de negociaciones con el Partido Democrático Libre (FDP) el viernes con miras a formar un nuevo Gobierno.
El tamaño de los posibles recortes de impuestos en la economía más grande de Europa y cómo se llevarán a cabo son los puntos más complicados en una serie de negociaciones que ambos partidos planean completar en los próximos días con miras a conformar una coalición de centroderecha.
Un importante miembro del partido Demócrata Cristiano (CDU) de Merkel dijo que un nuevo Gobierno de centroderecha debería ajustar el presupuesto en unos 30.000 millones de euros (44.760 millones de dólares) en el mediano plazo, además de lo cual habría reducciones de impuestos.
"Hemos hecho una oferta, ahora públicamente, de 20.000 millones de euros", en recortes de impuestos, dijo Steffen Kampeter, un experto en presupuesto del CDU, poco antes del inicio de una reunión sobre los planes en política financiera.
Un compromiso de ese nivel sería 5.000 millones de euros más grande que lo prometido por el CDU en su campaña del mes pasado, pero estaría lejos de la promesa del FDP de un recorte de 35.000 millones.
Los líderes de los partidos se reunirán durante los próximos tres días y esperan alcanzar acuerdos sobre la dirección del Gobierno para el final del fin de semana. La división de los cargos en el Gabinete quedaría relegada para la próxima semana.
Hasta el momento, hay pocos indicios de que Merkel adoptará políticas más radicales de las que implementó en su primer Gobierno con el partido Social Demócrata en una coalición de centroizquierda.
"La paciencia de los votantes que optaron por un cambio será puesta a prueba", dijo el economista jefe del Deutsche Bank Norbert Walter.
La nueva coalición espera asegurar que Alemania, que salió de la recesión durante el segundo trimestre, siga en camino a una recuperación sostenible, aunque muchos economistas esperan que la trayectoria sea complicada.
Los tres partidos que componen el nuevo Gobierno, el CDU, el FDP y
Por otra parte, el Ministerio de Economía de Alemania revisó al alza sus proyecciones del Producto Interno Bruto para el 2009 y 2010.
La canciller alemana Angela Merkel, de
A pesar de las disonancias previas que surgieron en algunos temas claves, Merkel dijo que el carácter de las conversaciones es de "buena cooperación, con un profundo respeto recíproco. Por supuesto que hay diferencias, pero el mandato del voto popular nos obliga a concretar una política coherente para los próximos cuatro años", indicó Merkel.
Su principal interlocutor, el líder del partido Liberal Guido Westerwelle, barajado como próximo ministro del Exterior, también destacó que a pesar de "las diferencias de apreciación", se logrará un acuerdo. Las negociaciones, que se realizan además en diez grupos de trabajo, deben superar las diferencias existentes entre ambos partidos en materia impositiva, flexibilización del mercado laboral, recorte de subsidios, salud y energía nuclear.
De acuerdo a un documento interno del gobierno, el nuevo gobierno deberá ahorrar en los próximos cuatro años unos 40.000 millones de euros, a pesar de lo cual, buscará cumplir con la promesa de bajar la carga tributaria.
Las deliberaciones se vieron acompañadas por unos mil manifestantes que protestaron contra la posibilidad de que el próximo gobierno deje sin efecto el fin de las centrales de energía atómica, prevista para dentro de doce años.
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El mandatario mexicano expresó su confianza en que a lo largo del nuevo mandato de la canciller Merkel, no sólo se dará continuidad a la "excelente relación" que existe entre ambos países, sino permitirá profundizar los alcances en los distintos temas de la cooperación bilateral.
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"El liderazgo de Angela Merkel será de gran ayuda para instrumentar la asociación estratégica que tiene México con
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El primer mandatario deseó éxito en su segundo periodo como líder del Gobierno del pueblo alemán y le extendió una invitación para visitar México durante la conmemoración del Bicentenario de
La canciller alemana, Angela Merkel, reflexionará con serenidad y sin apremios para formar su nuevo gobierno, que espera tener listo antes del 20° aniversario de la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre. Pero ya anticipó que aprovechará el cambio de coalición para aumentar el peso de la democracia cristiana en el gabinete y darle al Partido Liberal Demócrata (FDP) el lugar que le corresponde en función de su caudal electoral.
Merkel, que obtuvo un mandato condicionado para dirigir el país hasta 2013, dijo que le gustaría tener formado el nuevo gobierno para "recibir a los jefes de Estado y de gobierno que llegarán a Berlín" para asistir a esa histórica celebración.
El proyecto de reducir el peso específico de sus aliados amenaza con transformarse en el primer tema de fricción con el líder liberal Guido Westerwelle, que surgió de las elecciones de anteayer como el hombre clave del nuevo tablero político. Apoyado por el 14% de los votos, el mejor resultado electoral en la historia del FDP, Westerwelle advirtió que no aceptará modificaciones en la relación de fuerzas dentro de la coalición.
El equilibrio 50-50 que caracterizó a la Grosse Koalition que gobernó desde 2005 hasta 2009 traducía simplemente el peso respectivo de los aliados. Los dos partidos habían obtenido un virtual empate en las urnas, que arrojó una fuerza equilibrada en el Bundestag: 226 diputados de la democracia cristiana (CDU) y 222 del Partido Social Demócrata (SPD). En el próximo Parlamento, en cambio, la CDU/CSU de Merkel tendrá un bloque de 241 legisladores contra 93 del FDP.
La segunda divergencia puede surgir de la diferencia de métodos que tienen los dos aliados para abordar las prioridades de la agenda política y económica.
La principal urgencia consiste en decidir las medidas de acompañamiento necesarias para sostener la reactivación económica. La recuperación que comenzó a insinuarse en el segundo trimestre no modificó la reticencia de los bancos a facilitar el crédito, sobre todo a las pymes, que representan la columna vertebral de la economía alemana.
El incesante aumento del desempleo, que afecta a 3,9 millones de personas, es otra prioridad que deberá enfrentar la coalición. Pese a todo, las perspectivas para el período julio-septiembre son moderadamente optimistas. El dilema ahora consiste en desmantelar el programa de sostén adoptado en el último año. Pero ese proceso deberá ser gradual para no provocar una recaída y, al mismo tiempo, será preciso estimular la reactivación en sectores precisos que deberán permanecer en terapia intensiva durante algunos meses más.
DebatesEn los próximos dos meses, la nueva coalición tendrá que definir la posición que deberá defender Alemania en la conferencia sobre cambio climático que se realizará en Copenhague en diciembre. "Los trabajos preparatorios son insuficientes", declaró Merkel la semana pasada antes de asistir a la cumbre del G-20 en Pittsburgh. Ese tema puede abrir un serio debate con sus aliados liberales, pues Westerwelle no considera el tema ecológico una prioridad.
En forma paralela, Merkel decidió hace tiempo intensificar el desarrollo de tecnologías verdes para que, a largo plazo, puedan alimentar el modelo exportador. Ese programa prevé fabricar millones de autos eléctricos antes de 2020 y desarrollar las energías eólica y solar para reemplazar el petróleo y el gas.
Westerwelle también quiere lanzar rápidamente la liberalización del régimen laboral a fin de facilitar las contrataciones y los despidos. Pero Angela Merkel tiene menos prisa y es partidaria de una reforma más moderada para que ese tema no cristalice una oposición encabezada por los sindicatos y el PSD, y permita una resurrección política de los socialdemócratas.
La nueva coalición deberá definir rápidamente las posiciones que sostendrá en la etapa de construcción europea que se abre en los próximos días. Luego de la formación del nuevo Parlamento Europeo, el nombramiento de José Manuel Durão Barroso para un nuevo mandato de cinco años, las elecciones parlamentarias de Alemania y Portugal y el referéndum en Irlanda sobre la Constitución, los 27 tendrán ahora que definir los próximos objetivos de la UE. Esa tarea, aparentemente anodina, es crucial para un bloque en el que cada país tiene una idea diferente de Europa.
La primera pregunta que deberán responder Merkel y Westerwelle es si desean que el eje franco-alemán siga siendo el verdadero motor de la construcción europea. Aunque no los seduzca demasiado la perspectiva de trabajar con el presidente Nicolas Sarkozy, es evidente que en el actual contexto Alemania no tiene otras opciones al alcance de la mano.
El nuevo gobierno también deberá intervenir con urgencia para reformar el sistema bancario alemán. La crisis reciente demostró las fallas de los mecanismos de supervisión. Sólo la enérgica intervención del gobierno evitó la caída de varios bancos regionales. La democracia cristiana y los liberales no tienen la misma idea sobre la forma de actuar. El FDP teme que el proyecto de reunificar los actuales organismos de control pueda poner en peligro la independencia de la Bundesbank.
El otro tema que pesará sobre la nueva coalición es Afganistán. Si bien los dos líderes son partidarios de mantener la presencia alemana en la operación de la OTAN, la hostil opinión pública puede introducir un factor de perturbación.
A pesar de la afinidad ideológica, la convivencia entre Merkel y Westerwelle no será fácil e incluso puede convertirse en un factor permanente de inestabilidad.
Los Demócratas Cristianos chilenos, saludamos con inmensa alegría la victoria obtenida por
La reelección de
Las palabras que
JUAN CARLOS LATORRE C.
Presidente Nacional
PDC
La canciller Angela Merkel se ha puesto este lunes como fecha límite el 9 de noviembre para la formación de un nuevo Gobierno en Alemania. Tras la victoria electoral, el pasado domingo, de
Merkel, cuyo partido obtuvo la victoria con unos resultados bastante ajustados, ha insistido sin embargo en que mantendrá el rumbo emprendido en los últimos cuatro años respecto a la seguridad social y los salarios. La canciller ha asegurado que no habrá recortes sociales. Ahora les toca ponerse de acuerdo sobre las fechas y el alcance de la bajada de impuestos, prometida por ambos partidos.
El dirigente liberal Guido Westerwelle ha reconocido este lunes en su rueda de prensa la resaca postelectoral, tras el mejor resultado en la historia del FDP, la cual podría alargarse durante las próximas semanas de tratos con
Baja de impuestos
El equilibrio de fuerzas entre CDU, CSU y un FDP boyante puede darle a la canciller serios quebraderos de cabeza durante la legislatura. Si bien CSU y FDP se han enzarzado en repetidas polémicas durante la campaña, Merkel podría enfrentarse en los próximos cuatro años a alianzas puntuales entre los dos partidos que erosionen su liderazgo. Por ejemplo, en lo que se refriere a la política fiscal. CSU y FDP abogan por recortes rápidos, a más tardar en 2011, mientras que Merkel ha sido mucho más vaga en su promesa de bajar los impuestos "en 2011 ó 2012 si las circunstancias lo permiten".
Queda la cuestión nada baladí del reparto de ministerios entre las tres formaciones. El FDP, con mayor peso parlamentario que
Este lunes en Berlín, una periodista emplazó a Westerwelle a repetir la frase electoral que ha sido el sonsonete del FDP: "no firmaremos un contrato de coalición que no contemple la simplificación y el abaratamiento de los impuestos". El triunfador electoral salió por peteneras. Otro periodista le recordó una parte de su discurso de la semana pasada en Potsdam donde hablaba de los "crímenes de honor" entre inmigrantes, que suele ser una coartada políticamente correcta para criticar a los musulmanes: "No voy a repetir algo que expliqué en un discurso".
Westerwelle ya no da mítines, sino que se ejercita en diplomacia. También tendrá que ejercitar su inglés, idioma que hoy se negó a utilizar para responder a otro periodista. Exigió un intérprete, porque "estamos en Alemania".
Entereza tras la debacle
Ninguna broma, en la berlinesa Willy-Brandt-Haus, sede federal del SPD: el presidente del partido Franz Müntefering salió serio y tranquilo a su rueda de prensa, en una exhibición de entereza tras la debacle socialdemócrata del domingo. Müntefering hizo autocrítica en nombre del partido y sugirió que dejará su cargo. El candidato Frank-Walter Steimnnmeier, que encajó el peor resultado electoral del SPD desde la guerra, no presentó sus planes de liderar el grupo parlamentario socialdemócrata en
El Partido Popular ha remitido sendas cartas de felicitación a la candidata de la CDU, Angela Merkel, por su triunfo en las elecciones alemanas, lo que para la secretaria general de los populares, María Dolores De Cospedal, supone la certificación de que "Alemania camina en la buena dirección".
Uno de los principales objetivos de la reelegida canciller es la rebaja de los impuestos, precisamente lo que exige en España el PP tras la subida aprobada por el Gobierno, y por ello De Cospedal ha elogiado la victoria de ayer de la candidata democristiana.
Según ha subrayado la número dos de los populares en conferencia de prensa, la medida de Merkel, que gobernará su segunda legislatura en coalición con los liberales, permitirá a su país "continuar con la recuperación económica" y "salir de la recesión".
Ha dicho que ése es "el camino" que también ha de seguir España, y no el de la subida de impuestos.
Porque la reducción de los tributos en Alemania, además de resultar "definitiva" en la victoria de Merkel, en palabras de la número dos de los populares, será "muy importante" para la salud de la economía alemana.
Además, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha enviado una carta a la canciller, de la que alaba su "talante y capacidad" para situarse en "los espacios centrales de la política".
Rajoy también se refiere a su idea de bajar los impuestos, a la que muestra su apoyo, y ofrece el respaldo de su partido en la tarea de "crear una Europa más fuerte".
La otra misiva la firma el coordinador de Relaciones Internacionales y de Presidencia, Jorge Moragas, quien ayer estuvo presente en la sede de
Moragas subraya a Merkel que su "éxito" es el de "toda la familia popular europea".
"Hemos logrado nuestro objetivo de obtener una mayoría estable y de poder formar gobierno con los liberales", dijo Angela Merkel, poco más de una hora después del cierre de los colegios electorales ante sus seguidores, que la recibieron con vítores y ovaciones en la sede central de
Mientras el SPD, partido de historia centenaria, sufrió una caída de más de 11 puntos hasta situarse sobre un 23 por ciento, por debajo incluso de los sondeos de las últimas semanas y tras registrar la mayor caída porcentual sufrida nunca en Alemania por un partido entre dos elecciones generales sucesivas.
"Es un día amargo y una derrota amarga, no hay modo de embellecer eso", dijo el candidato del SPD y ministro de Exteriores saliente, Frank-Walter Steinmeier, quien admitió sin tapujos la abultada derrota sufrida, anunció una dura oposición parlamentaria y llamó a los jóvenes a devolver al partido su gloria perdida.
El triunfador de la jornada fue el Partido Liberal, FDP, a las órdenes de Guido Westerwelle, que ha subido casi 5 puntos hasta situarse en el 14.5 por ciento de votos. Tras tres legislaturas en la oposición, Westerwelle, virtual Vicecanciller y probable nuevo ministro de Exteriores, declaró ante sus entusiasmados seguidores que su partido está listo para gobernar y asumir esa responsabilidad.
Con ello,
NUEVA COALICIÓN
Angela Merkel
Nació: en Hamburgo, en 1954. Es presidenta del partido alemán Unión Demócrata Cristiana desde 2000 y Canciller de
Estudios: Se graduó en Física en
Cargos: Es la primera mujer desde que nació el Estado alemán,1870, y también la primera persona originaria de la extinta República Democrática Alemana, RDA, comunista, que asume la jefatura del Gobierno federal.
Fue Ministra de Juventud y Familia, 1990-1994, y del Medio Ambiente y Naturaleza, 1994-1997, estrecha colaboradora del Canciller Helmut Kohl, y al retirarse éste, secretaria general, 1998.
Canciller alemana Angela Merkel tendrá segundo mandato y anuncia coalición con liberales
A las 6:30 de la tarde de este domingo, media hora después de cerrados los colegios electorales en Alemania, el cuartel central de la campaña de la canciller Angela Merkel era ya una fiesta.
Los primeros resultados indicaban que los conservadores de
Entre los dos no llegan al 50 por ciento de los votos, pero ambos podrán conseguir suficientes curules para ser la mayoría en el Bundestag, el Parlamento alemán. Tendrán unas 320, mientras que se calcula que la oposición llegará a sólo 300.
Festejos sin euforia latina
Los seguidores de Merkel disfrutaban de platos de salchichas y de otras viandas con la infaltable cerveza, mientras veían desfilar a medio mundo por la televisión y confirmaban minuto a minuto las buenas noticias.
Los rostros rubicundos en trajes grises y azules, muchos de ellos con la edad para ser hijos o nietos de Merkel y pinta de 'yupies', se multiplicaban al avanzar entre las carpas blancas que daban acceso al hall principal, donde se esperaba a la canciller y candidata.
Había alegría y risas, pero no la euforia latina. Los aplausos y los gritos sólo llegaron en masa cuando apareció la 'Kanzelerin' en su traje rojo y se situó delante de una pared azul con un letrero diciente de dos palabras: El centro.
En su discurso de triunfo, la mujer más poderosa del mundo según la revista 'Forbes', hizo gala de la ponderación y la frialdad que la han hecho famosa.
Agradeció el esfuerzo del bloque conservador y resaltó el valor de obtener una mayoría estable con los liberales ahora que atraviesan una de las peores crisis económicas de su historia.
También lanzó la tradicional frase restañadora de heridas: "Seré la canciller de todos los alemanes. Tenemos planes para los empresarios pero también para los trabajadores".
Poco después, la canciller se despidió diciendo que no quería aguar la fiesta pero "tenía mucho que hacer". Entre ello, atender a los medios de televisión que la esperaban para dar decenas de entrevistas en directo.
'Derrota amarga'
Cuando se puso ante el micrófono de los periodistas de las principales cadenas, ya sus rivales habían dado sus partes de victoria y también de derrota.
El aún ministro de Relaciones Exteriores, vicecanciller y cabeza del Partido Socialdemócrata (SPD), Frank-Walter Steinmeier, dijo sin dar vueltas: "Es una derrota amarga, un día fatal para el SPD". Y enseguida anunció que se convertirá en duro opositor del Gobierno.
Las cifras confirman a su colectividad histórica como la gran perdedora, con el 23,3 por ciento de los votos, el peor resultado desde que su partido existe y la peor caída para un partido en dos elecciones sucesivas.
Ni siquiera las últimas encuestas habían previsto un resultado tan malo. Mientras los conservadores, especialmente por el mal desempeño de sus socios de Baviera (CSU), perdieron algo menos que dos puntos, los socialdemócratas cayeron casi 11.
Los primeros análisis apuntaban a que las urnas le habían cobrado al SPD su liderazgo débil -cuatro presidentes en los últimos cuatro años- y su falta de definición entre la izquierda y la derecha.
De hecho, cientos de miles de sus votos fugitivos se los repartieron entre los liberales,
Los liberales -grandes socios de los conservadores en la larga era de Helmut Kohl (1982-1998)- obtuvieron algo más del 14 por ciento de los votos, casi un 50 por ciento más de lo que lograron en las elecciones del 2005. Y su líder, Guido Westerwelle, se da como el seguro reemplazo de Steinmeier en el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán y como vicecanciller.
El partido de Los Verdes, por su parte, consiguió el mejor resultado de su historia al reunir el 10 por ciento del total de la votación.
Estas elecciones confirman el retroceso de los dos grandes partidos alemanes,
También dejan un campanazo para el futuro. El Partido Pirata obtuvo el 2,1 por ciento de los votos, algo insuficiente para alcanzar escaños -el mínimo es el 5 por ciento-, pero que permite que se convierta en el mayor entre los extraparlamentarios.
Además, la participación electoral cayó cinco puntos, con el 72 por ciento, la más baja en 60 años.
Después de que se marchó Angela Merkel del recinto de la victoria, sus simpatizantes se dispersaron poco a poco. No hubo celebración larga pero se fueron con la certeza de que tendrán un gobierno sólido con una mujer que hace cuatro años era una incógnita y ayer les dio el triunfo, porque es a ella a quien muchos analistas le dan el mérito de que los conservadores, a diferencia de los socialdemócratas, no cayeran estrepitosamente.
JUAN CARLOS BERMÚDEZ*
Enviado especial de EL TIEMPO
BERLÍN
De acuerdo a informaciones entregadas por la televisión alemana,
Los sondeos a pie de urna reflejaron que el Partido Socialdemócrata (SPD) quedó en un segundo lugar con 23,5% de las preferencias. Mientras que el Partido Liberal (FDP) tuvo un 14,5 y Los Verdes con un 10%.
En el caso de que los resultados previos se confirmen oficialmente,
Según los expertos, se estima que el partido de Merkel y los liberales obtendrían entre 320 y 324 de las 598 bancas que estaban en juego en estas elecciones.