Ante el agravamiento de la situación en Nicaragua en materia de libertades públicas, violaciones a los derechos humanos, y graves restricciones a las libertades de información y organización, el Comité Directo de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), reunido el viernes 1° de julio de 2022, resuelve:
1.- Denunciar a nivel internacional la liquidación de la sociedad civil de Nicaragua, con la eliminación de unas 800 Organizaciones No Gubernamentales, desde mediados de 2008, de los cuales unas 500 fueron despojadas de su personería jurídica en los últimos seis meses, y unas 200 en las últimas dos semanas.
2.- Este desmontaje de la sociedad civil ha abarcado también a unas 50 ONGs extranjeras, que al igual que las otras 750 nacionales, se dedicaban a apoyar en la población en temas de desarrollo social y atención solidaria, entre ellas, la expulsión de las Hermanas extranjeras de la Caridad de Teresa de Calcuta, que abandonaron llorando el país en buses colectivos.
3.- Esta expulsión de la Hermanas de Teresa de Calcuta es también parte de una ofensiva contra la Iglesia Católica, que ha contemplado asedios a sacerdotes, montajes judiciales y detenciones ilícitas de religiosos, la persecución al Obispo Rolando José Álvarez quien fue obligado a dejar la diócesis de Matagalpa, y el cierre definitivo de medios de comunicación, TV y radios de la iglesia católica.
4.- Previo a esta ofensiva contra la sociedad civil y la Iglesia Católica, Nicaragua había vivido en los últimos meses del 2021, la eliminación de los partidos políticos opositores para evitar su participación en la contienda electoral, que concluyó con la tercera reelección y el cuarto período consecutivo del mandatario Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
5.- Ante esta situación, la Organización Demócrata Cristiana de América, ODCA, y sus miembros se declaran en alerta internacional sobre el caso de Nicaragua, y hacen un llamado urgente a las autoridades nicaragüenses a detener de inmediato este derrumbe de la institucionalidad de Nicaragua y, a la vez, solicitamos a la comunidad internacional adoptar medidas diplomáticas de presión para salvar a Nicaragua y a su pueblo del empeoramiento de su situación que pueda llevarlo a condiciones aún más dolorosas.