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PANAMA | CARLOS EDUARDO RUBIO | ECONOMIA SOCIAL DE MERCADO

Editor Noticiero DC |

Es cierto, Panamá tuvo el crecimiento económico más grande de toda América Latina con 10.5%. El problema de esto es que “pocos tienen mucho”, “muchos tienen poco” y, para colmo, ellos “entraron millonarios y todavía quieren más”.
Recientemente, conocimos con entereza los beneficios aprendidos en el VI Diplomado de Economía Social de Mercado, dictado por la Universidad Miguel de Cervantes y la Fundación Konrad Adenauer, de tener este modelo para nuestro país.
La economía social de mercado, que ha sido el modelo más exitoso en la historia, logró la reconstrucción económica, moral y cultural de Alemania, devastada luego de la Segunda Guerra Mundial, bajo el liderazgo del Demócrata Cristiano Konrad Adenauer, y su ministro de Hacienda, Ludwig Erhard.

Es un sistema basado en la propiedad privada y una competencia funcional, en un estado de derecho de potencial influencia, con compensaciones sociales inherentes. En otras palabras, acepta los conceptos del liberalismo jurídico, pero con un Estado fuerte que evite el libertinaje, y la deslealtad en la competencia (monopolios, oligopolios).
Sus principios son autorresponsabilidad, solidaridad y subsidiariedad. Esto quiere decir que sus ciudadanos tienen un alto sentido de responsabilidad con la sociedad, saben elegir bien entre las opciones, y un alto respeto a la ley, ayuda al prójimo, y la intervención del Estado para realizar la acción solidaria para satisfacer las necesidades que las familias, personas o comunidades no puedan atender por sí mismas. Esto significa que es más que “dejar hacer, dejar pasar”.
El crecimiento económico no es suficiente. Para salir del subdesarrollo requerimos un sistema que promueva el mercado, abierto al mundo, pero que brinde justicia social a los panameños, que promueva un medio ambiente sano, con ciudades verdes y amigables, donde las personas sientan, a lo largo y ancho del país, las bondades del crecimiento económico (equidad).
Este sistema es perfectamente aplicable en Panamá, debido a los designios y bendiciones que Dios nos dio. Pero atención, la economía social de mercado solo funciona en sistemas democráticos consolidados, contrario al retroceso democrático que estamos viviendo, y que se había construido durante estas dos décadas, post dictadura.
Panamá, con un modelo de economía social de mercado, fuertes valores democráticos, con antropología y ética, puede llegar al primer mundo, o lo que es lo mismo, calidad de vida para todos los panameños.
No perdamos esta oportunidad, y elijamos bien a nuestros gobernantes, siendo parte activa de sus decisiones. Panamá nos ha dado mucho, ¿será hora de retribuirle?