Los diarios italianos y los políticos de la oposición criticaron ayer las declaraciones del líder libio Muammar al Khadafy, quien hizo un llamado a que Europa se “convierta al islam” en el marco de su cuarta visita oficial a Roma. Muchos respondieron indignados después de que Khadafy se reuniera con unas 500 jóvenes italianas contratadas por una agencia de modelos, a las que invitó a convertirse a su religión. 

“Si yo llamara a la población libia en Trípoli a convertirse al cristianismo posiblemente no volvería sano y salvo a casa”, dijo Rocco Buttiglione, del partido UDC, de orientación democristiana.

Algunos miembros de la oposición hablaron también de un “show ridículo”. El primer ministro, Silvio Berlusconi, un estrecho amigo de Khadafy, evitó en cambio pronunciarse públicamente. “No hay que hacer tanto revuelo por un poco de folclore”, fue la consigna de fuentes gubernamentales.

Tres mujeres italianas se convirtieron tras la reunión con Khadafy, según divulgaron algunos medios, pero no hubo modo de verificarlo.

Las participantes dijeron que Khadafy también las alentó a casarse con hombres libios.

El acto del fin de semana, realizado no muy lejos del Vaticano, fue similar al que el año pasado se celebró con 200 mujeres con motivo de otra visita del líder libio a Roma.

“Desde que Khadafy llegó está tomando el pelo a este país, haciendo cosas como comprar mujeres”, aseveró Stefano Pedica, senador del partido opositor Italia de los Valores.