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CHILE | CARTA CARMEN FREI, PRESIDENTA DEL PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO, A LA MILITANCIA

Noticiero Demócrata Cristiano |

“Estoy cierto y mi fe es invencible: el pueblo quiere la democracia.
La democracia no es una palabra mágica, es algo más profundo.
Es la posibilidad que el hombre y la mujer elijan a quien los mande.
Es la posibilidad de dialogar. Es la posibilidad de defender derechos
esenciales y que nadie los pueda atropellar.
Es la organización del pueblo y su participación verdadera en la vida del país…
La democracia es, en el fondo, el camino de la dignidad humana.
Ese fue siempre el camino de Chile y tarde o temprano tendrá que volver a serlo”.
Eduardo Frei Montalva

 

Queridas y Queridos Camaradas:

Ha transcurrido un tiempo prudente para detenerse un momento y dar cuenta de la conducción de la Democracia Cristiana que me ha tocado encabezar en estas pocas semanas. Aprovecho de agradecer el respaldo que he recibido de muchos y muchas camaradas a lo largo del país. Agradezco el afecto y apoyo recibido. Lo tomo como un compromiso con nuestro legado, nuestro devenir y nuestro querido Partido.
 
Me ha tocado la responsabilidad de asumir el liderazgo del partido en un momento difícil y complejo. Quiero ser franca, no esperaba asumir esta conducción, pero he comprendido que era mi deber hacerlo enfrentada a la renuncia de Fuad Chahín, que comprendo fue una forma de asumir una responsabilidad política, la que valoro y que se encuadra dentro de las sanas tradiciones partidarias. Sin embargo, aquí estoy frente a ustedes para decirles que haré todo lo posible para honrar el legado de esos hombres y mujeres que lucharon toda su vida por hacer realidad los ideales de justicia y dignidad que desde los tiempos de la Falange y del PDC hicieron de la política un proyecto ético.
 
Este partido nació para servir al país y para impulsar, con la participación de la sociedad, transformaciones que le permitieran avanzar hacia mayores grados de desarrollo, con justicia y cohesión social. Nosotros fuimos los primeros en hacer de la participación la clave central de la política chilena. Esa forma de hacer política con la gente surgió porque teníamos el diagnóstico que la democracia de entonces estaba quedándose atrás. Quisimos darle a la democracia un contenido social y lo logramos porque nuestra aspiración fue representar a un mundo que estaba excluido. Ese mundo excluido formado por campesinos, pobladores y sectores medios emergentes que no tenían derecho a la seguridad social ni a la participación. Lo que nos movió y nos hizo grande como partido fueron nuestros ideales, nuestros sueños y eso es lo que hoy tenemos que volver a recuperar para enfrentar los desafíos en esta etapa de nuestro devenir. Para que eso ocurra tenemos que volver con humildad al encuentro de las personas en los territorios donde ellas viven.
 
Asumo la tarea que me ha sido encomendada teniendo siempre presente el ejemplo de mi padre y de toda la generación de socialcristianos que vivieron la política con convicción y entereza, poniendo siempre el bien común por encima de los intereses personales. Esa es nuestra historia, ese debe ser nuestro futuro y mi compromiso es que volvamos a retomar ese legado en el Chile de hoy.
 
Asimismo, quiero saludar a los 54 alcaldes y alcaldesas y 314 concejales y concejalas demócrata cristianos, que hoy asumen en sus cargos. Esto nos convierte en el partido con más comunas para liderar en todo Chile, lo cual asumimos con humildad, esperanza y convencidos de un futuro mucho mejor para todas y todos. Este inmenso desafío en que nos ha puesto la ciudadanía con su voto, debe ser honrado con un trabajo incansable, colaborativo, en unidad, e inspirado en la búsqueda del buen vivir.
 
Es evidente que estamos en presencia de un nuevo ciclo histórico. Chile vive una profunda crisis en lo político, social, económico y sanitario. Todo lo anterior, se expresa en el proceso que nos ha conducido hacia la elaboración de una nueva Constitución que se haga cargo de las esperanzas y anhelos de los chilenos y chilenas, sin exclusiones. Si no somos capaces de interpretar en profundidad esta crisis y seguimos encerrados en nuestras disputas internas será muy difícil que podamos salir bien parados de ella. Yo apelo a la memoria de nuestros mayores, a su legado y su ejemplo para que entre todos seamos capaces de volver a conectar con la historia viviente de Chile. 
 
Dicho lo anterior, quiero compartir con ustedes las principales gestiones que hemos realizado desde la Directiva Nacional y plantearles cuales son los principales desafíos que ordenarán nuestro quehacer en los próximos meses:
 
1.- El desafío de recuperar el diálogo y la cooperación. La política es por sobre todo cooperación y diálogo, para ofrecerle a la ciudadanía un horizonte de futuro.  Como he informado a las instancias partidarias, he asumido la tarea de recuperar el diálogo y mantener contactos con todos los Partidos de Unidad Constituyente. Les he manifestado que tenemos una tremenda oportunidad y responsabilidad frente al país. Los chilenos y chilenas esperan respuestas concretas para superar estos difíciles momentos. Debemos encontrar la manera para actuar en unidad. Cada uno de los partidos de la centroizquierda representan mundos distintos, pero solo unidos podremos ser una alternativa de cambio con un proyecto de futuro que ofrecerle al país y lograr superar este desastroso gobierno de derecha y ser una opción real de gobernabilidad.Ante la dispersión y la división, la centroizquierda requiere convergencia y sana competencia. Nunca debemos transformar medios en fines.
 
En el plano interno, también me he reunido con muchos militantes, con los y las ex Presidentes del partido, con los y las Presidentes Regionales, con nuestra bancada de Diputados, con muchos Alcaldes y Alcaldesas, Concejales y Concejalas, CORES. En este momento de crisis, necesitamos la opinión y la colaboración de todos y todas. Con ellos he tenido la posibilidad de mantener un diálogo sincero para conversar sobre los desafíos de la Democracia Cristiana y su futuro.
 
2.- El desafío de ofrecer a Chile un proyecto de país. Si queremos volver a ser una opción de gobierno tenemos que recuperar la confianza de la ciudadanía y responder a sus legítimas demandas y expectativas. Para eso es tarea ineludible comprender la nueva sociedad que hemos ayudado a construir. Se hace urgente representar en profundidad las motivaciones y anhelos de cambio de nuestros compatriotas y, sobre esa base, ofrecer un camino. Por esta razón, es fundamental la construcción de la propuesta programática para ganar el futuro. En este esfuerzo, no podemos perder lo obrado por las distintas comisiones del partido, el trabajo del Congreso partidario, lo realizado por la Juventud, y las instancias partidarias que trabajaron para construir nuestra agenda de ideas, y también la propuesta de nuestra Camarada Ximena Rincón, a quien aprovecho de agradecer públicamente por su dedicación y compromiso con la Democracia Cristiana.  Para esta tarea también hemos convocado a diversos técnicos y profesionales y al Centro Democracia y Comunidad, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, para que nos colaboren técnicamente.  
 
3.- El desafío electoral. El Partido tiene por delante un complejo desafío electoral. Como nunca, requerimos de un diseño político inteligente para enfrentar las próximas elecciones. Tengo la convicción de que no podemos seguir haciendo lo mismo, sino que, por el contrario, necesitamos implementar una estrategia que nos permita la mayor elegibilidad electoral posible.
 
En este ámbito, me pareció necesario conocer la opinión de nuestros presidentes regionales. Con ellos sostuve una reunión muy productiva y ya hicieron llegar sus planteamientos. Para mi es fundamental contar con la mirada regional y la participación activa de nuestros dirigentes de todo el país.  De esta forma, luego de sostener también dos reuniones con nuestra bancada de diputados y con otros actores, he convocado a un equipo conformado por diversos expertos electorales del partido, junto con el equipo electoral actual.  Solicité la colaboración de los ex jefes electorales y a especialistas, para que elaboren una propuesta de diseño táctico para ser revisada por la Directiva Nacional y el Consejo Nacional, teniendo en cuenta que ya existe un pacto electoral con Ciudadanos para la elección de CORES, que al parecer no puede ser modificado.
 
Desde la perspectiva electoral, no tenemos espacio para errores o decisiones particulares que comprometan el resultado del Partido. Los plazos son muy acotados y tenemos un calendario electoral estrecho. Quiero insistir en un principio fundamental, la estrategia electoral se diseñará centrada en la elegibilidad de nuestros candidatos y candidatas. No está en juego sólo alguna candidatura en particular, sino que la representación del Partido.
 
4.- El desafío de recuperar la confianza de la ciudadanía. Como ustedes saben, hace pocos días nos informamos de una situación delicada en Coquimbo. Con preocupación hemos visto lo sucedido en este Municipio que ha estado bajo la administración de la Democracia Cristiana durante los últimos años. Dado los graves antecedentes y el impacto en la opinión pública, quiero informarles que solicité al abogado Luciano Fouillioux que estudiara el informe final evacuado por la Contraloría General de la República. Al escuchar la opinión jurídica, he adoptado la decisión de presentar una denuncia ante los tribunales locales respectivos.
 
5. El desafío de la participación.  Ante el diagnóstico de una democracia chilena anquilosada al inicio de los años 60, la Democracia Cristina de entonces hizo suya la participación como eje central de la política. Ese espíritu y esa motivación han vuelto a aflorar hoy como una demanda sentida desde todos los rincones del país. El nuevo ciclo político que se ha abierto a partir del estallido social y la dinámica que generó las condiciones para el momento constituyente que vivimos, nos debe hacer reflexionar sobre la necesidad de volver a recuperar el alma de nuestro partido. Nacimos a la vida política para hacer compatibles en el sistema democrático las instituciones legítimas de la representación con el reconocimiento del pueblo organizado como un protagonista en la construcción de su propio destino.
 
La DC consagró el derecho a la participación y los derechos sociales como pilares básicos de su proyecto de Revolución en Libertad. Esa participación la concebimos como una manera de complementar y de superar la crisis de la democracia representativa de ese tiempo. En este sentido iniciamos un movimiento pionero y rompimos con la desconfianza de la democracia chilena hacia el soberano pueblo que ha sido de manera permanente la base en que se funda la legitimidad de nuestra República. Fue por eso que conquistamos el corazón de las chilenas y chilenos durante décadas. En nuestro ideario la gobernabilidad en democracia supuso siempre el reconocimiento de la participación del pueblo organizado en los territorios. Para darle contenido y sustentabilidad social a la democracia la política tenía que hacerse desde la base, desde las organizaciones en las que los diferentes actores de la sociedad debatían y actuaban. Ese fue nuestro espíritu, el que le dio sentido a nuestra existencia como partido. Hoy, en pleno siglo XXI el desafío es recuperar nuestro ideario fundamental y adaptarlo a la nueva agenda de problemas que enfrenta la sociedad chilena. Si queremos recobrar vigencia y recuperar la confianza del pueblo chileno ese debe ser nuestro compromiso.
 
6.- El desafío de modernizar el Partido.  Un Partido que no se moderniza, corre el riesgo de quedar obsoleto. Un Partido que vive de la improvisación no logra ser eficaz en sus propósitos y en la acción política. La Democracia Cristiana ha logrado ser gravitante porque no sólo ha sido vanguardista en su mirada de la sociedad, sino que también por el modo de organizarse y actuar de manera profesional. Debemos recuperar aquello. Esta modernización organizacional también debe ir acompañada de la debida preparación de sus militantes. Según los últimos registros, han ingresado más de 4000 nuevos militantes al Partido. Para ellos y para todos los que desean, implementaremos un sistema de formación tal como lo establecen los estatutos y quienes lo realicen y aprueben recibirán al momento de su juramento el respectivo carnet de militante
 
7.- El desafío de retomar las relaciones internacionales.  Si bien las tareas locales nos absorben la atención y buena parte del tiempo, también hemos querido recuperar las relaciones internacionales del Partido. Por ello, aprovecho de comentarles que en los próximos días sostendremos reuniones con el objeto de profundizar los lazos con nuestros aliados internacionales y también en el mes de julio participaremos en la reunión de la Internacional Demócrata de Centro (IDC), donde explicaremos la situación actual del país y el rol que está jugando nuestro Partido en el quehacer nacional. No permitiremos que partidos que no comparten nuestros valores nos disputen los espacios de carácter internacional que nos corresponden.
 
 
Reflexión final
 
Camaradas, permítanme una reflexión final.
 
Primero, quiero insistir en la extraordinaria responsabilidad que tenemos con Chile. Tenemos la obligación de generar la máxima unidad posible de las fuerzas políticas que plantean la necesidad de impulsar los cambios. Se trata de una unidad respetando la diversidad.  En lo sustantivo, he dicho que debemos definir una candidatura presidencial única de la centroizquierda y pactos electorales  parlamentarios y consejeros regionales.
 
Segundo, nuestra camarada Yasna Provoste está haciendo un gran trabajo como Presidenta del Senado y debemos valorar su gestión. Yo seguiré conversando para encontrar el mejor camino posible para nuestro Partido y para la oposición en el marco de la centroizquierda. Les pido colaboración en esta materia evitando declaraciones innecesarias o emplazamientos que sólo entorpecen las conversaciones.           
 
Tercero, el tema electoral tiene máxima importancia. Realizaremos una estrategia electoral inteligente acordada con todos y todas. En pocas semanas más debemos definir el pacto parlamentario y ver qué hacemos con la estrategia electoral para la elección de CORES. Esta tarea debe ser responsabilidad de todos y todas.
 
Cuarto, es la hora de la unidad, la fraternidad y la limpieza de espíritu. Nuestro Partido ya no resiste liderazgos de caudillos o componendas internas que sólo pretenden asegurar cuotas pequeñas de poder. Es la hora de la Política con mayúscula, aquella que nos enseñaron los fundadores de la Falange y sus continuadores en la Democracia Cristiana. Debemos comprometernos moralmente en asegurar la continuidad de ese legado hoy y en el futuro.
 
Es por ello, que los quiero convocar: volvamos a las fuentes que nos dieron vida, volvamos a caminar juntos como una verdadera comunidad política. En el Partido nadie sobra. Solo sobran las malas prácticas y los intereses mezquinos que tanto daño nos han hecho.
 
En la esperanza de que estas reflexiones nos sirvan a todos y todas, les invito nuevamente a ponernos de pie. A tomar nuestra bandera que se inspira en una tradición de servicio público. Que la ciudadanía a lo largo de nuestro país vea en la Democracia Cristiana el Partido de los cambios con responsabilidad, del respeto y defensa de los derechos humanos, de la libertad, la dignidad, la justicia social y los caminos de unidad que Chile requiere para progresar en paz. Hemos asumido el desafío de seguir construyendo un país para todos los hijos e hijas de esta hermosa tierra que nos ha visto nacer y ese debe ser nuestro compromiso de hoy y de siempre.  
 
Los abrazo con mucho afecto.
 
CARMEN FREI – RUIZ TAGLE