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NICARAGUA | DECALOGO DE LA UNION DEMOCRATA CRISTIANA, PARA EL PUEBLO DE NICARAGUA

Noticiero Demócrata Cristiano |

La UNIÓN DEMÓCRATA CRISTIANA NICARAGÜENSE (UDC) presenta, a la sociedad, este DECÁLOGO para la orientación de nuestras actividades como ciudadanos en pleno goce de los derechos constitucionales y legales.

Asumimos como propios los principios de LIBERTAD, JUSTICIA y RESPETO a la dignidad de la persona humana; el pluralismo político y social, el reconocimiento a las diferentes etnias que componen nuestra sociedad; y reconocimiento de las distintas formas de propiedad, la libre cooperación internacional y los valores cristianos.

Reconocemos que el derecho a la vida es inviolable, por ser inherente a la persona humana y a su libertad, establecida en el Derecho nacional e internacional, los cuales reconocen la libertad individual, su seguridad, su personalidad y capacidad jurídica. Por eso, tiene derecho a su vida privada y a la de su familia y al respeto de su honra y reputación.

PRIMERO:

Todo NICARAGUENSE tiene derecho a la vida, su libertad personal, a reunirse y a manifestarse sin permiso previo, y a que su hogar, comunicación y correspondencia sean respetados de conformidad con lo establecido en la Constitución Política y las leyes de Nicaragua.

SEGUNDO:

Todo NICARAGÜENSE tiene derecho a expresar libremente su pensamiento sin censura, y a organizarse libremente en partidos políticos, generando armonía y paz entre los nicaragüenses. LA UDC, respeta las normas de convivencia democrática y la moral.

TERCERO:

El pueblo NICARAGUENSE tiene derecho a darse una Constitución que sea resultado de un consenso nacional, que permita el establecimiento de una verdadera democracia, con clara separación entre los poderes del Estado, y participación real del pueblo que, conscientemente, asuma sus derechos políticos, económicos y sociales.

CUARTO:

Todo NICARAGUENSE, dentro y fuera del país, tiene derecho a elegir a sus gobernantes y a ser elegido a través de un sistema confiable, que garantice los resultados de elecciones libres, secretas y observadas nacional e internacionalmente.

QUINTO:

Para la UNIÓN DEMOCRATA CRISTIANA el sistema de supervisión, fiscalización y regulación para la bienandanza del Estado y la sociedad, debe funcionar con los fines establecidos por la Constitución Política y las leyes de la materia, para que haya igualdad ciudadana ante la Ley.

SEXTO:

Todo NICARAGUENSE tiene derecho a una vida digna, al trabajo y a una remuneración justa; es obligación del Estado crear las condiciones necesarias para disminuir drásticamente el desempleo. Los trabajadores deben poder negociar libre y colectivamente sus derechos laborales y ejercer su derecho a la huelga, si fuere necesario, de conformidad con las Leyes, Convenios y Tratados Internacionales.

La UNIÓN DEMOCRATA CRISTIANA promueve las diferentes formas de propiedades públicas, privadas, asociativas, comunitarias, familiares y mixtas; estimula la producción de riquezas; e incentiva el cumplimiento de sus obligaciones con el Estado.

SÉPTIMO:

La UNIÓN DEMOCRATA CRISTIANA reconoce que todo NICARAGUENSE tiene derecho a una vivienda digna y a un equipamiento comunitario conforme a la dignidad humana. No debe haber familia sin techo en nuestra patria.

OCTAVO:

Todo NICARAGUENSE tiene derecho a demandar del Estado que vele por su salud pública y el bienestar sanitario del país. La atención médica en todos los centros públicos debe ser garantizada al ciudadano que la necesite, sin distingo alguno.

NOVENO:

La educación en Nicaragua debe responder a las necesidades de desarrollo del país integralmente, con principios y valores perdurables que formen a un ciudadano informado, consiente, responsable y libre.

La UNIÓN DEMOCRATA CRISTIANA prioriza una educación que permita formar profesionales, con vocación al servicio y al amor al prójimo. Consideramos que debe asignársele a la educación primaria y secundaria al menos un 8% en el Presupuesto General de la República, a fin de dignificar al magisterio nacional y optimizar la calidad de la educación.

DÉCIMO:

Todo NICARAGUENSE tiene derecho a recibir del Estado una actitud permanente de solidaridad social, de respeto a los derechos y la dignidad de la persona humana. La UDC asume la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto de San José y todas las Leyes y Tratados Internacionales donde el Estado de Nicaragua es firmante.