Según el informe del ministerio de Salud de Neuquén, las causas de muertes femeninas en el 2018, distan mucho de las mentiras abortistas: “Las pibas mueren por abortos clandestinos”, como forma de justificar la matanza indiscriminada de niños por nacer hasta la semana 40, con la asistencia de un Estado fracasado que en vez de apoyar a la mujer, la empuja conjuntamente con su hijo al barranco. Sin olvidarnos de los médicos extorsionados a abortar por medio de límites (inconstitucionales y contrarios a los Derechos Humanos) a la objeción de conciencia.

Este propio informe del mismo ministerio neuquino, estableció que a lo largo del año 2018, solo (y dolorosamente igual), 3 mujeres murieron por embarazo, parto y puerperio. Es decir, el 0,21% de las muertes femeninas son producto de embarazo, parto y puerperio, sobre un total de 1411 muertes de mujeres.

Encabeza el ranking de muertes femeninas con 397, representando un 28,14% de total, las muertes por tumores. ¿Alguien vio o escuchó a las feministas pelear por estudios tempranos para la detección de tumores en Neuquén? La respuesta es un rotundo NO.

Secunda las muertes por enfermedades del sistema circulatorio, con 273 muertes femeninas, representando el 19,35%.

¿Quiere saber cómo sigue la lista? Otras causas definidas, con 158 muertes, 11,20%; enfermedades del sistema respiratorio, 143, un 10,13%; diabetes melitus, 132, un 9,36%; causas extremas, 115, un 8,15%. Le sigue el Alzheimer, provocando la muerte de 40 mujeres en un año, un 2,83%.

Y la lista sigue, con enfermedades infecciosas y parasitarias (32 mujeres, un 2,27%); enfermedades del sistema urinario (29 mujeres, un 2,06%); enfermedades del hígado (22 mujeres, un 1,56%); enfermedades mal definidas y desconocidas (20 mujeres, un 1,42%) y ahora entramos en las que representan menos del 1%: apendicitis, 14 mujeres, un 0,99%; en la misma cantidad las malformaciones congénitas; deficiencias de nutrición, 9 mujeres, un 0,64%; trastornos mentales y de comportamiento 6 mujeres, un 0,43% y recién ahí encontramos (no solo aborto), sino toda muerte producida durante el embarazo, el parto y puerperio con 3 muertes femeninas representando un 0,21%.

Sólo queda debajo los trastornos metabólicos y la meningitis, en ambos casos 2 muertes que representan el 0,14% cada una.

¿Por qué entonces el feminismo rabioso está tan empecinado en hacernos creer que la maternidad es tan riesgosa? ¿Por qué las mujeres feministas dicen que se mueren “pibas” como si fuesen moscas cayendo por abortos clandestinos?

La diputada Nacional Moreau en su exposición en el Congreso, dijo que a los 16 años había tenido que abortar, porque quería estudiar y ser médico. Han pasado 28 años desde tal episodio, y según la propia página del Congreso de la Nación, la profesión de la diputada del Frente de Todos, es: Estudiante.

Ante esto, una reconocida militante pro vida e influencer twiteó: “La Diputada Moreau dijo que abortó porque quería cumplir su sueño y ser médica. Hoy, 30 años después, sigue siendo estudiante. No se engañen: el problema nunca es el hijo”, dijo Lupe Batallán @LupenciaB

Y para los peronista especialmente, dedico estas palabras de Eva Duarte de Perón, que las expresó el 12/12/1950: “Compañeras, cada aborto que ustedes permiten es un servicio a los poderes coloniales que quieren debilitar la revolución; cada hijo del pueblo que no nace es un hombre menos en las filas de la defensa de la Patria y Perón”.

Quiero terminar esta pequeña reflexión con una publicación que hago mía: @rosylvester1 en twitter dijo: “Soy de la generación que va a ver el fin del aborto. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.”