“Desafortunadamente, en lugar de una desescalada en el Mediterráneo oriental, vemos continuas provocaciones de los líderes turcos. Ha pasado el tiempo de las palabras. Con la visita del presidente Erdogan a Varosha, Turquía ha vuelto a demostrar que no le interesa la resolución de conflictos. Peor aún: muestra que Erdogan está tratando de dividir permanentemente a un Estado miembro de la UE por la mitad. Turquía debe comprender que sus acciones tienen consecuencias y que todos los miembros de la UE apoyan a Chipre ”, dijo el eurodiputado Manfred Weber, presidente del Grupo del PPE.

"Turquía ha seguido aumentando sus provocaciones y agresiones contra la República de Chipre, violando una vez más el derecho internacional y europeo. La vergonzosa e ilegal apertura por parte de Turquía de la zona vallada de Varosha, en condiciones de ocupación, va en contra de las resoluciones de la ONU, el Consejo de Seguridad y el Parlamento Europeo, y debemos detenernos ahora. Es hora de que la UE imponga duras sanciones a Turquía ”, añadió el eurodiputado Lefteris Christoforou, jefe de la delegación chipriota del Grupo del PPE.

“La creciente desviación de Turquía de las normas y valores de la UE ha llevado las relaciones UE-Turquía a un mínimo histórico. Ahora debemos redefinir la estrategia de Europa hacia Turquía a corto, medio y largo plazo ”, comentó el eurodiputado Kris Peeters, quien negoció la posición del Parlamento sobre Turquía en nombre del Grupo del PPE. “Una combinación de medidas bien focalizadas y diálogo debe conducir a una solución que sirva a los chipriotas”, agregó.

Los planes dirigidos por Turquía para Varosha socavarán gravemente las perspectivas de una solución al problema de Chipre. También se suman a otras acciones desestabilizadoras de Turquía, incluidas las perforaciones ilegales en aguas griegas y chipriotas, un acuerdo bilateral con Libia que intenta cambiar las fronteras marítimas o la escalada de la situación en Nagorno-Karabaj y Siria.