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La semana pasada, el Presidente de Estados Unidos
Donald Trump retomó su estrategia electoral que consiste en hostilizar la
relación con México, su vecino del sur y principal socio a nivel
mundial con un intercambio comercial que rebasa los 97
mil millones de dólares en el primer bimestre del año.
Con
el pretexto del
incremento de los
flujos migratorios, el
gobierno estadounidense ha
amenazado con imponer un
5% de aranceles
sobre todos los
productos importados de México
a partir del
próximo 10 de junio, los
cuales aumentarán gradualmente
hasta alcanzar un
25% en octubre;
cabe resaltar que
esta medida viola flagrantemente lo que dispone el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), aún vigente, así como las reglas de la
Organización Mundial del Comercio (OMC).
Además, la imposición unilateral afecta
inequívocamente el comercio bilateral y representa un obstáculo para la
aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que se
encuentra en discusión en los congresos mexicano y canadiense.
La decisión de Trump afectará primero a los
consumidores estadounidenses pues los importadores de productos y alimentos no
van a absorber el incremento, sino que lo trasladarán a los consumidores.
Si bien el incremento de los flujos
migratorios representa un reto para toda la región Centroamericana, es
inconcebible que se utilice de pretexto para enviar mensajes políticos a los
ciudadanos estadounidenses de cara al proceso electoral presidencial de 2020.
En ese sentido, los partidos integrantes
de la Organización Demócrata Cristiana de América rechazamos los señalamientos
y descalificaciones contra México por parte de Donald Trump, así como las
medidas comerciales tomadas por su gobierno que sólo afectarán a los
consumidores estadounidenses, además de atentar contra el libre comercio,
situación que puede derivar en una afectación en el comercio regional.
Por ello, nos solidarizamos con el país hermano de
México y con el Partido Acción Nacional (PAN) de dicho país, en su lucha permanente
por defender el interés superior del país, y el bien común de todos los
mexicanos.