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ALEMANIA | ANGELA MERKEL LUCE TRANQUILA Y RELAJADA PREVIO A LOS COMICIOS DE SEPTIEMBRE

Noticiero Demócrata Cristiano |

La canciller alemana Angela Merkel está tan segura de ganar las próximas elecciones legislativas que no tiene ninguna prisa en regresar de sus vacaciones en el Tirol.
A 46 días de esa cita con las urnas, prevista para el 24 de septiembre, cualquier otro dirigente político estaría recorriendo febrilmente el país para tratar de ganar algunos votos, como está obligado a hacer su rival socialdemócrata Martin Schulz. La canciller de hierro, en cambio, prefiere hacer largas caminatas por el flanco de los Alpes.

Bajo el título “las locuras vestimentarias de Angela Merkel”, el diario sensacionalista Bild creyó encontrar una forma de ridiculizarla cuando publicó una serie de cinco fotos que la muestran vestida con la misma indumentaria de senderismo que utiliza invariablemente desde 2014: gorra y pantalón beige, y una camisa roja a cuadros, cada vez más desteñida.
Para una parte de sus electores, esas fotos son más efectivas que cien actos políticos porque confirman que, a pesar de haber vivido los últimos 12 años en la cúspide del poder, sigue conservando los hábitos sencillos y ecónomos que tanto aprecian los alemanes. Aunque es la “reina de Europa” y la dirigente más respetada de Occidente, nunca se dejó encandilar por los destellos de los flashes de los paparazzi ni por pasar sus vacaciones en lugares de moda.
El único lujo que se permite exhibir es asistir, una vez por año, al festival de ópera wagneriana de Bayreuth, generalmente vestida con el mismo vestido largo, audazmente escotado, de color azul petróleo.
Su estrategia de perfil bajo y modestia, que en realidad es una actitud natural, le da excelentes resultados, como demostró la última encuesta Emnid, publicada hace 48 horas, que le acuerda 38% de las intenciones de votos con una ventaja de 15 puntos sobre su adversario Schulz. El Partido Social Demócrata (SPD) creía haber encontrado la fórmula  milagrosa cuando eligió a Schulz como rival de la canciller. Dopado en los sondeos por el efecto novedoso de su candidatura, el SPD relegó por un momento a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel. Pero ese espejismo se disipó después de las tres derrotas consecutivas sufridas en las elecciones regionales del Sarre, Schleswig-Holstein e incluso en el feudo social-demócrata de Renania del Norte Westfalia.
Las esperanzas de Schulz sufrieron el golpe de gracia en otro baluarte socialdemócrata: el SPD, que dirige la región de Baja Sajonia desde 2013 gracias a una coalición con los ecologistas, acaba de perder su mayoría en el Parlamento regional. La responsable de ese cataclismo es la diputada Elke Twesten (Verdes), que traicionó a los Verdes para unirse a la CDU de Merkel. Su deslealtad obligó a convocar a elecciones regionales anticipadas para el 15 de octubre.
El golpe es particularmente duro porque Baja Sajonia es un land clave, desde el punto de vista simbólico, para el SPD: “Es el estado natal o de actividad de una gran parte de sus dirigentes, incluyendo a Sigmar Gabriel (actual ministro de Relaciones Exteriores), Thomas Oppermann (jefe del grupo social-demócrata en el Bundestag) o el excanciller Gerhard Schröder”, recuerda Simon Fink, profesor en la Universidad Georg-August de Göttingen y especialista del sistema político alemán.
La deserción de Alke Twesten fue condenada por la dirección de los Verdes: “Se trata de una decisión puramente individual”, argumentó KatrinGöring-Eckardt, candidata ecologista a la cancillería. Pero el episodio de Baja Sajonia parece indicar, por el contrario, que una parte de los Verdes se sienten más cerca de la CDU que del SPD.