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REPUBLICA CHECA | LA DEMOCRACIA CRISTIANA QUIERE QUE EL VIERNES SANTO NO SE TRABAJE

Editor Noticiero DC |

El democristiano Partido Popular presiona para que el Viernes Santo sea reconocido como día festivo en la República Checa, tal y como sucede en muchos países europeos. Cada vez más políticos y ciudadanos respaldan el renacimiento de la tradición abolida por el régimen comunista.
El primer ministro, Bohuslav Sobotka, anunció que respalda la propuesta de devolver al Viernes Santo su carácter de día festivo nacional.
Con el propósito de debilitar a la Iglesia, el régimen comunista eliminó del calendario el Viernes Santo. Lo sustituyó por el Lunes de Pascua, acentuando el papel de las tradiciones paganas que celebraban la llegada de la primavera.

El líder de la bancada parlamentaria del democristiano Partido Popular, Jiří Mihola, explicó las razones que han llevado a su formación a planear la propuesta de ley.
"No se trata de algo nuevo. El Viernes Santo ya fue fiesta nacional, pero los comunistas la abolieron en los años 50. Se trata de una tradición arraigada en muchos países europeos y se reconoce como fiesta nacional".
La sociedad checa se caracteriza por tener el menor número de creyentes a nivel europeo. Algunos de los detractores de la propuesta de ley sostienen que se trata de una celebración puramente religiosa que no debe ser elevada a fiesta nacional.
Para el diputado Mihola, el Viernes Santo es algo que forma parte de la cultura general de la nación.
"La Semana Santa es la celebración más importante de la Iglesia, pero a su vez es parte inseparable de las tradiciones culturales de la sociedad checa".
Para el primer ministro, Bohuslav Sobotka, el proyecto encontrará apoyo entre los representantes de las diferentes formaciones políticas, no en bloque, pero sí a título personal.
El diputado Marek Benda, del opositor Partido Cívico Democrático, adelantó que respaldará la propuesta de ley. Por su parte, el ex ministro de Finanzas y antiguo líder democristiano, Miroslav Kalousek, está en contra.
Una encuesta de la agencia demoscópica Meridian indica que el 60% de los ciudadanos está a favor de que el Viernes Santo sea declarado día festivo. En contra está parte del sector empresarial que argumenta pérdidas económicas.
Desde el punto de vista práctico el diputado socialdemócrata Antonín Sedi repuso que los escolares tienen libre ya desde el jueves, así que en caso de que el Viernes Santo sea festivo ayudará a las familias.