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ESPAÑA | RAJOY ACLARA QUE NO CEDERA ANTE PLANES "DELIRANTES" DE ARTUR MAS

Editor Noticiero DC |

“Nunca un gobernante había perdido tanto tiempo ni se lo hizo perder a los ciudadanos. Nunca en la historia un dirigente había generado tanta confusión y provocado tanta inestabilidad”, aseguró Rajoy al clausurar unas jornadas partidarias sobre buen gobierno que reunieron a la cúpula del conservador Partido Popular (PP) en la ciudad condal.
El presidente del gobierno español advirtió a Mas que su “hoja de ruta” para alcanzar la independencia son “18 meses de viaje a ninguna parte” y reiteró que no negociará un referéndum oficial porque no permitirá que nadie ponga “en tela de juicio la unidad de España” ni la soberanía nacional.

“No voy a permitir que se juegue con la igualdad ni los derechos fundamentales. Ni lo hice, ni lo haré”, subrayó Rajoy, negando que hubiese pactado la celebración de la consulta simbólica del 9N, como sugieren las voces críticas que le reprochan no haber evitado aquella votación.
Rajoy se mostró así intransigente y desacreditó también la propuesta presentada por el presidente catalán esta semana al resto de partidos y organizaciones soberanistas para conformar una lista única y acudir a elecciones regionales que tendrían lugar a principios de 2015 y, de ganar el frente soberanista, abriría el camino a la secesión, con un horizonte de un año y medio.
“Cataluña no puede ser, porque no lo ha sido nunca, un país de listas únicas. Un poco de respeto a Cataluña”, exigió Rajoy, quien en varios momentos de su intervención se refirió al carácter plural de la sociedad catalana.
Esa propuesta de candidatura unitaria está siendo estudiada por el resto de fuerzas soberanistas, pero parece difícil de alcanzar un acuerdo porque algunas de ellas ya expresaron su oposición a la iniciativa.
“Los delirios se calman con tranquilidad y no con alboroto”, añadió respecto a este desafío, en otro mensaje dirigido a los que, tanto en el PP como fuera de su partido, le piden “mano dura”.
Al inicio de su intervención, el líder conservador afirmó que conoce Cataluña “muy bien, aunque algunos intenten decir lo contrario” y aseguró que “nadie tiene derecho a hablar en nombre de toda Cataluña, nadie”.
“Y mucho menos un gobernante que ha decidido ignorar a 2 de cada 3 catalanes”, añadió, haciendo referencia a los 2,3 millones de catalanes que participaron de la consulta del 9N y que en su mayoría dijeron “si” a la independencia de la norteña región de España, con 7,5 millones de habitantes.
Siguiendo con ese argumento, Rajoy reiteró que la consulta simbólica impulsada por el gobierno catalán el 9N había sido un “fracaso en toda regla si lo que quería era una Cataluña independentista”. “Está claro que los catalanes son muchos y los independentistas muchos menos”, subrayó.
Por otro lado, Rajoy insistió en que “el problema de Cataluña es que lleva cuatro años con déficit de gobierno por no hablar de desgobierno”, con un presidente “obsesionado en dividir” a los catalanes, “propagando mitos y agitando la ensoñación de la independencia”.
Y, en contraposición, recordó todas las medidas económicas adoptadas por el Estado central para permitir que la norteña región se mantuviera a flote en los peores momentos de la crisis económica que sacudió a España y que siguen siendo claves para el funcionamiento de sus servicios públicos.
“Cuando la Generalitat (gobierno catalán) no puede financiarse se en los mercados ¿cómo se solucionan los problemas? Con el fondo de liquidez autonómica que creó el gobierno que presido”, remarcó Rajoy, a modo de ejemplo.
La visita a Barcelona, que tiene lugar a tres semanas de la consulta soberanista y a unos días de la presentación de la propuesta de Mas para llevar a Cataluña hacia la secesión, pretendía ser el escenario para que Rajoy contrarrestara su imagen de inacción y recuperara el terreno perdido frente al presidente catalán, que monopolizó la iniciativa política en las últimas semanas.
Sin cambiar su estrategia que consiste en oponerse frontalmente a un referéndum oficial y ser implacable utilizando la Justicia para frenar cualquier intento de Mas por seguir adelante con sus planes separatistas, Rajoy buscó afinar su discurso para despojarlo de su carga netamente negativa.
Él mismo reconoció luego de la consulta soberanista del 9N que debía “explicar mejor que hasta ahora sus razones y argumentos”.