El opositor diputado venezolano Enrique Mendoza denunció hoy que ante la acentuada escasez de alimentos y poca posibilidad de reponer inventarios, el gobierno optó por restringir la venta de alimentos a través del racionamiento tipo cubano.
“En opinión de los consumidores esta restricción no es más que un vulgar racionamiento al más puro estilo cubano”, precisó a Notimex el secretario general del Partido Socialcristiano Copei en el central estado Miranda, limítrofe con Caracas.
Mendoza destacó que en los puntos de venta de alimentos del Estado (Mercal y Pdval), los usuarios quedan registrados con su número de cédula de identidad para impedir que adquieran alimentos nuevamente durante una misma semana.
“Igualmente se implementó una antipática medida de marcar con un sello húmedo el brazo del comprador, para así evitar que éste se dirija el mismo día a otro punto de venta a comprar los productos con precios regulados, como ocurre en Cuba”, advirtió.
El legislador denunció que los compradores en las filas, aparte de exponerse por varias horas al sol, reciben un trato humillante y soez por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), organismo encomendado para velar por el orden en los comercios del gobierno.
“A pesar de que el gobierno anuncia que se incrementaron las importaciones de productos de la dieta básica, lo cierto es que en las redes de comercialización públicas y privadas cada día que pasa observamos que faltan nuevos rubros”, aseguró el dirigente político.
Mendoza agregó que a nivel nacional existe gran desabastecimiento de pollo, carne de res, harina de maíz precocida, harina de trigo, aceite vegetal, mantequilla, arroz, café, leche, azúcar, quesos, sardinas, huevos, mayonesa, arvejas y productos de higiene personal.
“El dilema de las amas de casa venezolanas es que no saben qué hacer, ya que en los abastos y supermercados el día que hay pollo falta el arroz y cuando al final consigue comprar estos dos productos, al llegar a casa no encuentra gas para cocinar”, comentó.
Finalmente indicó que muchas pequeñas bodegas que operaban en las barriadas populares de Caracas han debido cerrar sus puertas, porque debido a la escasez, desde hace 10 meses los camiones distribuidores de alimentos dejaron de proveerles de mercancía.
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