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PANAMA | MENTIRAS, MIEDO Y DINERO: MILTON HENRIQUEZ PRESIDENTE PARTIDO POPULAR

Editor Noticiero DC |

El gobierno del Presidente Martinelli fue construido sobre tres pilares, la mentira, el miedo y el dinero. Su proyecto era la perpetuación en el poder y su estilo ha sido el de la guerra relámpago y la campaña permanente. El desmonte de la institucionalidad democrática tenía como excusa el ‘poder hacer las cosas más rápido’, pero la realidad era que se buscaba quitar los obstáculos para la relección y para las compras directas a precio inflado. Los pesos y contrapesos se eliminaron a través de golpes mediáticos, el chantaje político y la compra de conciencias; los errores se taparon echándoles dinero y propaganda. Penosamente para ellos, Abraham Lincoln no se equivocó cuando dijo: ‘Se puede engañar a todo el pueblo una parte del tiempo; se puede engañar a una parte del pueblo todo el tiempo; pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo.’ Salvo los programas de transferencia de dinero, las promesas de campaña quedaron a medio palo, el cambio se volvió en reversa y las bases de sustentación del Gobierno se desmoronaron.

Ante el proyecto de concentración total del poder se debía constituir un frente democrático de gran amplitud para contrarrestarlo –hicimos varios intentos- , ante la campaña mediática de engaño, había que ser valiente y consistente en la denuncia de la verdad –el tiempo nos daría la razón-, ante el abuso del Poder Público había que recurrir al Poder Popular – la legitimidad se pierde cuando no se gobierna democráticamente-. También debíamos encontrar las fisuras y convertirlas en grietas para debilitar el proyecto autoritario. La ruptura de la alianza de gobierno y la salida de su principal estratega eran hechos inevitables a los que solo les faltaba la fecha, el agotamiento de las finanzas públicas era otra situación ineludible ante la irresponsabilidad con la que se diseñó y ejecutó el programa fiscal y de inversiones; todo esto, sumado al hastío popular con los engaños y la propaganda permanente, generarían todos los factores necesarios para un punto de inflexión sociopolítica desde donde hacer retroceder la ola autoritaria.
Gracias al Frente por la Defensa de la Democracia la gente ha perdido el miedo; por causa de la crisis fiscal en ciernes, no habrá dinero suficiente para la compra de lealtades y de conciencias; por culpa de su propia arbitrariedad y venalidad se va quedando sin aliados.
Ya nadie le cree las mentiras; la gente le ha perdido el miedo y las arcas están sin dinero. ¿Qué le queda a un gobernante cuyo principal enemigo se le aparece cada vez que se mira en el espejo?