La directiva del Partido Demócrata Cristiano, después de escuchar al Frente de Trabajadores del PDC, hace suya la declaración de dicho Frente, que reúne a los dirigentes sindicales del partido del sector público y privado, en cuanto a adherir a la movilización nacional convocado por la CUT para los días 24 y 25 de agosto.
El PDC adhiere a las principales demandas del movimiento sindical y estudiantil: reforma constitucional, laboral, educacional y tributaria. Ellas representan el sentir de la inmensa mayoría de chilenos y chilenas.
Como partido somos respetuosos de la autonomía de las organizaciones sociales, al margen de toda manipulación o instrumentalización partidaria. No obstante, estimamos que, en democracia, las movilizaciones pacíficas son una forma legítima de expresión ciudadana, sobre la base de la adhesión voluntaria del mundo social, características que se han de preservar en todo momento.
La falta de respuestas gubernamentales apropiadas, integrales y en conexión con la amplia demanda por una mayor equidad y por el termino de los abusos, hace que los problemas sociales se estén acumulando en vez de resolviendo.
Antes que recurrir a la descalificación de dirigentes sociales y políticos y de rechazar sus peticiones de plano y a priori, la respuesta del gobierno debiera ser la de promover el debate por las vías institucionales que nuestra democracia debe saber emplear a tiempo.
El PDC insta al gobierno a romper con la inercia y la pasividad que han caracterizado su gestión y que comience a escuchar a los trabajadores y a los estudiantes, pues hasta ahora solo tiene oídos para los empresarios.
La Democracia Cristiana ratifica su llamado a establecer una mesa de diálogo que reúnan al gobierno, la oposición y los actores sociales, camino indispensable para la construcción de los acuerdos que Chile necesita.
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