Tres socialcristianos que aspiran presidir el PUSC están confiados en recuperar el caudal electoral de hace 8, 12 o 16 años.
Su esperanza se alimenta en la incapacidad que han tenido el Movimiento Libertario o Acción Ciudadana de conquistar al electorado y ganarle a Liberación Nacional.
Para estos tres mosqueteros, ya el partido tocó fondo y están superados los procesos judiciales que enfrentan los expresidentes Rafael Ángel Calderón y Miguel Ángel Rodríguez, por delitos de corrupción.
Lo que ahora corresponde decidir a
El exdiputado Jorge Eduardo Sánchez y el dirigente cantonal Gerardo Vargas Rojas, dos de los aspirantes a la presidencia, coinciden en algunos de sus planteamientos: apertura, participación de las bases y un partido “sin dueños” .
El tercer interesado, Humberto Vargas Corrales, quien fue candidato a la vicepresidencia, pone la mirada en otro problema.
“El primer desafío es el financiero, tenemos deudas por ¢600 millones”, estimó el que también fue gerente de la última campaña.
Uno de ellos podría ser el sustituto de Luis Fishman, excandidato presidencial, actual diputado y presidente del PUSC desde el 2006.
Las rutas. Para Jorge Eduardo Sánchez es fundamental que el PUSC dé la primera muestra de apertura este mismo 3 de julio al devolver el poder a las bases, pues en su criterio es ahí donde están los verdaderos liderazgos socialcristianos.
“Lo que quedó demostrado en las últimas elecciones es que el liderazgo local es lo que le va a ganar al liderazgo nacional, ya no hay un liderazgo mesiánico”, manifestó.
Vargas Rojas, por separado, comparte esa visión de abrir espacios, de que sean las asambleas provinciales quienes elijan a los diputados, de que sea
“Una vez que nosotros, el 3 de julio, le demostremos al país que este es un partido sin dueños, los cientos de miles de socialcristianos que están esperando una oportunidad van a volver al partido”.
Más que reformas, Humberto Vargas ve más urgente buscar recursos para sanear las finanzas, apoyar a los candidatos a alcaldes para las elecciones municipales y formar nuevos dirigentes.
“Necesitamos una inyección de energía, que la gente pierda la vergüenza por lo que pasó, porque muchos se fueron a filas de otros partidos de oposición por la situación con los expresidentes”, expresó Vargas.
Otro frente. El actual jerarca del PUSC, Luis Fishman, asegura que en su gestión se superó la crisis.
Según él, entregará un partido “muchísimo mejor” de cómo lo encontró. Entre las mejoras, mencionó el restablecimiento de relaciones con organizaciones políticas internacionales, un puesto más en
Pero tanto positivismo en las filas del PUSC no encuentran eco en otros socialcristianos, en los que se separaron para hacer casa aparte.
Entre ellos están los exminsitros Rodolfo Méndez Mata, Alberto Trejos, Luis Manuel Chacón, así como los exdiputados Mario Redondo y Ana Helena Chacón.
Solo coinciden en que el electorado sigue “errante” y se proponen reclutarlo, pero con otra bandera. nota aparte.