El disidente cubano Guillermo Fariñas manifestó ayer su satisfacción por el reciente acercamiento de
«La disidencia en general está de acuerdo con este contacto. Creemos que es un primer paso», afirmó el disidente, que ya lleva 87 días en huelga de hambre pidiendo la liberación de los presos políticos, en especial de los enfermos.
A pesar de que los disidentes ven con buenos ojos la mediación de los prelados, Fariñas piensa que «
Tras la reunión con Raúl Castro, el cardenal Jaime Ortega aseguró que se trató de un encuentro «novedoso y distinto» y dijo que se iban a dar pasos para lograr que los presos políticos salgan en libertad. El portavoz de
Tanto Guillermo Fariñas como el también disidente Oswaldo Payá -impulsor del «Proyecto Varela» y que recibió el premio Sájarov de Libertad de Conciencia de
Con la crisis económica y de abastecimiento que sufre el país y la muerte el pasado 23 de febrero del disidente político Orlando Zapata Tamayo, «el Gobierno está en una encrucijada muy difícil», sostuvo Fariñas. Por esta razón los disidentes se muestran cautelosos ante estos diálogos. «Si el Gobierno cubano tiene la voluntad de liberarlos (a los presos) debe hacerlo como acto de justicia hacia esos hombres y hacia el pueblo cubano, y no como gesto hacia nadie», contestó Oswaldo Payá cuando fue preguntado por la visión del proceso a nivel internacional.
Visita vaticana en junio
Payá quiso recordar que todos los presos políticos están en la cárcel «sólo por defender los derechos de los cubanos» y que tanto obispos como algunos laicos han tratado de ser «solidarios, desde la humanidad, con los presos y sus familiares».
Por su parte,