
La democracia no se puede reducir sólo al sistema electoral, sino que se debe ampliar a la participación ciudadana en aras del bien común, aseguró el presidente nacional del PAN, César Nava Vázquez, al recordar el legado de Don Rafael Preciado Hernández.
El dirigente nacional, acompañado por el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, participó en la ceremonia solemne durante la cual los restos de Don Rafael Preciado Hernández, fueron trasladados y depositados en la Rotonda de los Jalicienses Ilustres, en Guadalajara.
Ante invitados, amigos y familiares del insigne pensador y filósofo panista, el presidente de Acción Nacional dijo que aún hay tarea democrática por hacer y es por eso que hoy, cuando se debate la importancia de una reforma política para el país, es de estricta justicia reconocer el trabajo y la trascendencia de quienes han aportado tanto al desarrollo de la institucionalidad democrática como es el caso de Don Rafael Preciado Hernández.
“Para Don Rafael la democracia no se puede reducir al sistema electoral, ya que como él mismo sostenía, el poder tiene como finalidad asegurar el bien común, asegurar relaciones de justicia entre los miembros de una sociedad ya que el fin de un poder público es el mismo fin del Estado, el servicio a la comunidad para el bien común”.
Nava Vázquez destacó la importancia de recuperar estos conceptos ahora que se discute una reforma de gran calado al poder político con propuestas hechas por el titular del Poder Ejecutivo como la elección consecutiva de legisladores y alcaldes, la iniciativa ciudadana y las candidaturas independientes, así como el referéndum y la iniciativa popular.
“Ojalá que en memoria de Don Rafael y honrando su testimonio seamos capaces los actores políticos de estar a la altura, a la altura del país, a la altura de los mexicanos y nos demos una reforma que por fin ponga el acento en el poder ciudadano.
Tenemos que reconocerlo: Los partidos políticos hemos destinado mucho tiempo y esfuerzo a la discusión de las reglas del acceso al poder. Ahora toca destinar tiempo y esfuerzo a la discusión y a la apertura de espacios para la participación y el poder ciudadano”.
En el acto, donde su hijo Eduardo Preciado fue orador, César Nava recordó que Preciado Hernández fue el único legislador que, contra el silencio servil o contra las voces del partido hegemónico, criticó y denunció la violencia de que fueron víctima los jóvenes en la matanza de Tlatelolco en 1968.
“Como legislador, además de enriquecer con su sabiduría de filósofo y jurista la bancada blanquiazul, destacó su valor civil para defender la Universidad Nacional cuando en aquellos difíciles días del 68 lo que imperaba en el Congreso era el silencio servil o las voces que alzaban desde el partido hegemónico para justificar la violencia contra la comunidad universitaria”.
El dirigente nacional del PAN comparó el legado de Don Rafael Preciado Hernández con el de otros destacados pensadores panistas como Manuel Gómez Morín, Miguel Estrada Iturbide, Juan Landerreche Obregón, Gustavo Molina Fons, Manuel Herrera y Lazo, Aquiles Elorduy, Luis Calderón Vega y muy especialmente Don Efraín González Luna, con quien ahora reposará en esta rotonda.
A la ceremonia en donde también se develó una estatua de Preciado Hernández también asistieron el senador y ex gobernador Alberto Cárdenas Jiménez y el ex subsecretario de Gobernación, Abraham González Uyeda.