La consulta interna del Partido Conservador será, sin duda, uno de los platos fuertes de la jornada electoral del 14 de marzo, fecha en la que también se elige al nuevo Congreso de la República.

Y prueba de ello es el Opinómetro realizado por Datexco en el que se puede apreciar que Noemí Sanín y Andrés Felipe Arias están empatados en intención de voto. La diferencia entre los dos es de tan solo un punto.

El sondeo inicialmente preguntó a los 1.200 encuestados si votarían en la consulta interna de los conservadores, y el 30,3 por ciento dijo que sí.

De ese porcentaje, el 30,81 dijo que votaría por Noemí Sanín, y el 29,1 dijo que lo haría por Andrés Felipe Arias.

"Hay un empate técnico. Estadísticamente no hay diferencia entre los dos", dijo César Valderrama, consultor de Datexco. El margen de error del sondeo es de 3,7 por ciento.

Y en ese pulso parece que solo están los dos: el tercero es José Galat, con 6,93 por ciento.

Hasta finales de 2009, en la mayoría de encuestas Arias superaba a Noemí, pero esa tendencia se volteó en enero pasado.

Un opinómetro de Datexco publicado por EL TIEMPO el 17 de enero preguntó sobre la consulta conservadora. En esa ocasión el 29,7 por ciento de los consultados dijo que votaría en esa elección. De esa cifra, el 25,12 por ciento dijo que lo haría por la ex embajadora y el 17,45 anunció su voto por el ex ministro.

El resultado del opinómetro revelado hoy demuestra que Arias recortó la diferencia y subió 12 puntos porcentuales para alcanzar a Sanín.

En el actual escenario político, mediado por la incertidumbre en torno a si el presidente Uribe podrá o no aspirar a una nueva reelección, la consulta 'azul' se plantea como la primera prueba de fuego sobre las posibilidades de éxito de la coalición uribista sin el presidente Uribe. Y para la mayoría de los uribistas, el primer paso para lograr esa unidad sería poner el conservatismo en manos de Arias.

Prueba de ese propósito es lo que dijeron Arias y Juan Manuel Santos, jefe de 'la U', la semana pasada tras reunirse por separado con el presidente Uribe. Ellos manifestaron su voluntad de acordar reglas para llegar unidos a la primera vuelta de las presidenciales, en caso de que no haya referendo.

"Tengo que ganar, soy el único candidato que ha dicho que está dispuesto a pedirle facultades al congreso del Partido para apoyar a Álvaro Uribe (en caso de que haya referendo) o para hacer alianzas (si no lo hay). Otra opción pone en jaque la unidad de la coalición", dijo Arias.

Por eso, la consulta, al menos desde la orilla de Arias, se comienza a plantear como una confrontación entre el uribismo y Noemí Sanín, que se opone a una nueva reelección de Uribe.

Lo que está en juego, afirmó el analista Rafael Nieto, es "si gana al interior del Partido una candidatura que sea de los afectos del Presidente, o una que no lo sea tanto". Nieto también reconoció que "las alianzas con otros sectores del uribismo son más claras con Arias" que con Sanín.

La precandidata no ha descalificado abiertamente una eventual coalición, pero ha criticado que se hable de acuerdos antes de la consulta.

Juan Gabriel Uribe, su jefe de debate, aseguró que el tema de las eventuales alianzas y los acuerdos con otras fuerzas "depende del Directorio Conservador y del Congreso Nacional del Partido".