Envueltos por el tricolor patrio y al compás de las notas del GLORIA AL BRAVO PUEBLO, que interpretó un grupo de jóvenes coralistas seleccionados por el director del Sistema de Orquestas Infantiles, José Antonio Abreu, los restos mortales de Rafael Caldera fueron colocados en su última morada por quienes, durante su última estancia en el Palacio de Miraflores, lo custodiaron y lo asistieron: edecanes y miembros de su caravana.
Con estos sencillos gestos el país dijo adiós al yaracuyano, que en dos ocasiones ocupó
El féretro con los restos del ex mandatario, quien falleció en la víspera de Navidad a los 93 años de edad, llegó al Cementerio del Este en horas de la tarde de ayer, tras la misa fúnebre que ofició el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, en la iglesia del Buen Pastor de la urbanización Boleíta.
El purpurado inició el acto leyendo un telegrama que le envió el secretario de Estado de
En la misiva, el canciller del Vaticano calificó a Caldera como "un hombre de profunda fe y profundo amor por
Las arraigadas creencias religiosas del ex mandatario también fueron resaltadas por el prelado, quien hizo énfasis en el extracto del Evangelio leído en esta ocasión: El pasaje de la resurrección de Lázaro, para recordar que toda vida es finita, pero quien cree en Jesús "vivirá, aunque haya muerto".
El legado perdurable Aunque aclaró que él no era quién ni el momento tampoco era el adecuado para hacer una evaluación de la herencia dejada por el ex presidente Caldera, el cardenal Urosa no quiso dejar pasar la oportunidad para recordarle a los venezolanos algunos de los aspectos más importantes del legado del político.
"Debo resaltar, entre otras cosas, el logro de la pacificación a principios de la década de los 70. Es preciso destacar su honestidad a toda prueba, su integridad personal en la vida familiar, al lado de su esposa de toda la vida, doña Alicia (...) Su espíritu dialogante y su talante democrático. Su apego a la legalidad e institucionalidad, su búsqueda permanente del encuentro y del consenso. Su respeto por los demás, incluso por los adversarios políticos. Su pasión por la justicia social y los derechos humanos, en especial por los derechos de los trabajadores", afirmó el arzobispo.
Pese a que a lo largo de su vida no fueron pocos los que acusaron al ex mandatario de intolerante, el cardenal le salió al paso a tales señalamientos con ejemplos verificables. "Nunca fue irrespetuoso con el Episcopado, a pesar de las críticas que en el ejercicio de nuestro derecho a hablar sobre la marcha del país hicimos a lo largo de sus administraciones", dijo.
Minutos antes, en el Centro Internacional de Formación Arístides Calvani (Ifedec), donde se instaló la capilla ardiente, Asdrúbal Aguiar, quien fue ministro en el último gobierno de Caldera, leyó una carta dirigida al ex presidente, en la que lo tildó de "el artesano de nuestra paz".
En su epístola, Aguiar no sólo alabó la política con la que el ex mandatario logró poner fin a la insurrección armada y consiguió que los alzados se incorporaran al activismo político, sino que además defendió que en su segunda gestión llevara adelante la misma estrategia, para cerrar las heridas abiertas por los sucesos del Caracazo y las intentonas golpistas de 1992.
"Se trata de una tarea pacificadora que al momento de realizarse y a diferencia de la acometida durante el primer gobierno, la comparte sin reservas toda la nación, que ahora sufre de amnesia en medio de su tragedia", recordó, al tiempo que agregó: "Todo el espectro político, los medios de comunicación, los candidatos a quienes usted vence en la justa comicial de 1993,
Amigos y rivales juntos En su mensaje póstumo al país, el ex presidente Caldera aseguró que tuvo adversarios, pero jamás enemigos y eso se confirmó durante sus exequias, a las que acudieron dirigentes como Lewis Pérez, de su eterno rival, el partido Acción Democrática (AD); Enrique Naime y el gobernador del Táchira, César Pérez Vivas, de Copei, partido que fundó y del que décadas después se separó por diferencias.
Ningún representante del Ejecutivo acudió a los actos, pese a que alguno de ellos como el vicecanciller Francisco Arias Cárdenas fue también funcionario durante la última gestión del ex mandatario.
Juan Francisco Alonso
EL UNIVERSAL