Pese a la incertidumbre que vive el país por el enfrentamiento entre seguidores del derrocado presidente Manuel Zelaya y el gobierno de facto de Roberto Micheletti, Honduras se prepara a celebrar comicios generales el próximo 29 de noviembre.

El Tribunal Supremo Electoral anunció que para el proceso electoral, 4.7 millones de ciudadanos están aptos para emitir su voto y elegir a un nuevo gobernante que deberá asumir sus funciones el 27 de enero de 2010 para un periodo de cuatro años.

Un total de cinco candidatos participarán en la contienda, a la cual se presentan como favoritos los postulantes por los tradicionales Partido Nacional y Partido Liberal.

El candidato liberal Elvin Santos centró sus promesas de campaña en el objetivo de generar miles de fuentes de trabajo y se autodefinió como el "presidente del empleo".

El designado del Partido Nacional, Porfirio Lobo, basó su estrategia en devolver la tranquilidad a los ciudadanos mediante acciones para combatir la inseguridad ciudadana.

Junto con ellos está el representante del minoritario Partido Democracia Cristiana, Felicito Avila, un ex dirigente sindical de conocida trayectoria conservadora.

El Partido Innovación y Unidad (PINU) designó a Bernard Martínez, de raza negra, como una forma de atraer a votantes que se identifican con grupos minoritarios.

La agrupación Unificación Democrática (UD) eligió como su candidato a Cesar Ham, seguidor de Zelaya, y por primera vez se presenta a las elecciones un candidato independiente, Carlos Reyes, dirigente del Frente Nacional de Resistencia.

El Tribunal Supremo Electoral reportó que alrededor de dos mil observadores internacionales se desplazarán en todo el territorio nacional para ver el desarrollo de las actividades en las que habrá unos 550 mil nuevos electores.

Los preparativos continúan pese a que varios países de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos advirtieron que desconocerán la legitimidad de los resultados si no se reinstala a Zelaya.

Sin embargo, el candidato presidencial Lobo indicó que las elecciones no pertenecen ni a Zelaya ni a Micheletti, ya que pertenecen a los ciudadanos y estimó que "el proceso electoral nadie lo detiene".

Además de elegir a un nuevo presidente, los ciudadanos hondureños designarán a los miembros del Congreso Nacional y los alcaldes.