“Tal cumbre debería tener lugar sin demora bajo el liderazgo de la UE. Como Grupo del PPE, ya intentamos organizar una misión de mediación de alto nivel en el país para explorar todas las formas posibles de detener la violencia, liberar a los presos políticos y ayudar a crear las condiciones para el diálogo político en el país. Lamentablemente, la iniciativa fue bloqueada. Los partidos políticos del Parlamento Europeo, que reciben dinero ruso a cambio de apoyo político a las políticas rusas, tienen la responsabilidad moral de permitir que los bielorrusos sufran y mueran justo en la puerta de entrada de la UE ”, insistió Sandra Kalniete, eurodiputada, vicepresidenta del Grupo del PPE. , antes del debate de hoy sobre la represión sistémica en Bielorrusia y sus consecuencias para la seguridad europea.

Kalniete destacó la necesidad de intensificar aún más la respuesta de la UE a los crímenes perpetrados por el régimen de Lukashenko en Minsk. “Pedimos el establecimiento de un tribunal internacional para procesar a Alexander Lukashenko y sus secuaces que hicieron la guerra contra los bielorrusos. Pedimos la suspensión de los equipos nacionales bielorrusos de los campeonatos europeos y mundiales, así como de los Juegos Olímpicos. Pedimos una extensión de las sanciones actuales de la UE a todos aquellos que están vinculados a la represión estatal, incluidos aquellos que la están apuntalando y proporcionando al régimen apoyo y asistencia económica. Roman Protasevich, Sofia Sapega y todos los presos políticos deberían ser liberados de forma inmediata e incondicional y las sanciones de la UE, incluida la prohibición de los transportistas bielorrusos, deberían mantenerse mientras no suceda ”, dijo.

“Solo en nuestras fronteras, más de 35.000 personas han sido encarceladas, más de 4.600 personas han sido torturadas y muchas han muerto o se han suicidado durante detenciones o interrogatorios. Más de 400 están siendo considerados presos políticos, entre ellos adolescentes. El secuestro de un avión de la UE puso en peligro la vida de los ciudadanos de la UE y socavó la confianza en la seguridad general de los vuelos civiles. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Si aspiramos al papel de defensores de la democracia y los valores en todo el mundo, tenemos que actuar ahora y evitar que Lukashenko, el sanguinario dictador de Europa, mate a sus compatriotas y ponga en peligro nuestra seguridad ”, dijo Kalniete.

“Nuestra respuesta debe ser contundente. La situación actual es una prueba de la credibilidad de la Unión Europea y la eficacia de nuestra política exterior. Europa debe ofrecer un apoyo tangible ya largo plazo a las fuerzas democráticas que luchan por llevar la libertad y la democracia a Bielorrusia ”, concluyó Kalniete.