Desde el inicio de su gestión como jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum se ha caracterizado por una cosa, culpar de todo lo que sucede a los gobiernos anteriores. Sin embargo, igual que a López Obrador la pandemia los tomó desprevenidos, esto únicamente porque decidieron restarle importancia cuando las cifras a nivel mundial comenzaban a dispararse. 

En abril del 2020, cuando la Ciudad entró a “fase 3” debido a la pandemia la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, optó por aplicar medidas tales como el quédate en casa, el cierre del 20 por ciento de las estaciones de Metro, Metrobús y Tren Ligero, la aplicación del programa Hoy no Circula obligatorio, el reforzamiento de las medidas de sanitización en el espacio y transporte público, mayor intensidad a la verificación de establecimientos mercantiles que incumplieran con el cierre establecido, uso obligatorio de cubrebocas en transporte público, también conminó a las Alcaldías a verificar y sancionar la violación a las medidas de emergencia sanitaria en tianguis y mercados sobre ruedas. 

En todos los puntos anteriores, en el momento crucial para evitar la propagación del virus, no hubo un solo apoyo para las pequeñas y medianas empresas, para emprendedores, restauranteros, ni para los miles de trabajadores que a causa de las medidas sanitarias tuvieron que dejar de trabajar. Durante todo este tiempo los restauranteros principalmente usaron recursos propios, ahorros o solicitaron créditos para poder solventar tanto sueldos como para implementar el nuevo sistema de sanitización en sus lugares de trabajo. 

En julio del año pasado, Sheinbaum reportaba que se habían destinado alrededor de cinco mil millones de pesos para la atención de la pandemia y tres mil 294 millones para apoyos sociales, nuevamente dejando sin apoyo a los que producen 9 de cada 10 empleos en la Ciudad de México y de los cuales tuvieron que cerrar cerca de 13 mil 500 restaurantes. 

La reacción del lunes pasado de todos los restauranteros fue un grito de ayuda para salvar sus negocios, pero el gobierno demostró nuevamente su falta de empatía con la situación, clausurando el restaurante Sonora Grill. Dejando claro una vez más la falta de estrategia, la ausencia de políticas públicas que beneficien a todos los capitalinos, sobre todo en una situación extraordinaria como lo es la pandemia. Morena debería de empezar a olvidarse de su discurso de austeridad republicana solo para lo que le conviene. 

Hoy se abrirán nuevamente muchos restaurantes, será una primera fase principalmente para los que cuenten con terrazas y en algunos casos se utilizarán también algunas banquetas y estacionamientos, lo cual es un avance importante para todo este sector, en ese sentido es fundamental señalar que como consumidores debemos sumarnos y ayudar para que todas las medidas sanitarias se cumplan al 100 por ciento y de esta manera también ayudar a evitar la propagación del virus. 

Además de la urgencia de reactivar la economía, es importante, hoy más que nunca, comprender que tenemos que continuar cuidando de nosotros y de nuestros seres queridos, insistir en utilizar el cubrebocas, la higiene de manos y guardar la sana distancia. Urge que todos seamos responsables. Al tiempo…