Hemos visto cómo en estos últimos días la imagen de México ha tenido severos señalamientos.
En un evento de magnitud internacional, muy visto, de los más vistos de la historia: la entrega de los Óscares, un director, orgullo mexicano, González Iñárritu, mencionaba sobre México algo muy importante; decía: “rezo para que los mexicanos podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos”.
Obviamente esto implica que el actual no está en el rango de lo que González Iñárritu ubica como lo que nos merecemos los mexicanos.
Por otro lado, tenemos lo que el Papa Francisco le comentaba a un amigo suyo en un mail privado, cuyo amigo -un tanto indiscreto- tuvo a bien ventilarlo, pero ahí sale algo muy puntual. En sus conversaciones con los obispos mexicanos hay algo que le causa terror al Papa, y esto no es poca cosa. Si nos atenemos a lo que sufren en su labor pastoral los obispos mexicanos, podremos ver el tamaño del reto que tiene, por ejemplo: el recién nombrado cardenal y obispo de Michoacán, Suárez Inda, que de manera reiterada viene diciendo cómo hay que meterle muchas más ganas, dado el estado de relación que lleva el crimen organizado con autoridades, o para ubicar la opinión de otro obispo, el obispo Vera, que dice, de plano el gobierno mexicano se ha vuelto criminal.
Por otro lado, el que dice ser amigo de Peña Nieto, Vicente Fox Quesada, que dice que este gobierno ya está en jaque y lo único que le falta es el mate, ¿a qué se habrá referido?
Y si le añadimos lo que dice la sociedad civil, con grupos como Alto al Secuestro, SOS, México Evalúa o el Consejo Mexicano para la Seguridad y Justicia Penal, dicen con respecto a las cifras muy pomposas y muy de campanas al vuelo de Osorio Chong; dicen: no, esa no es la realidad, la realidad es que están aumentado los crímenes, la violencia, y la respuesta gubernamental no es la adecuada.
Por último, los empresarios acusan de una muy fuerte ineficacia en el manejo de la economía, un daño a la competitividad y una corrupción rampante. Por eso, el gran reto es la cuestión del Sistema Nacional Anticorrupción, con la iniciativa que traía el PAN, que no la hizo porque se le ocurrió, sino apelando a las principales organizaciones civiles de cómo enfrentar el gran reto de la corrupción en el tema mexicano, armaron una muy buena propuesta y terminaron doblando al PRI y al Partido Verde.
Entonces, el gran reto en este momento es apoyar esa iniciativa. Esperemos que en el Senado se pueda corroborar para que los estados de la República puedan estar aprobando, ya que esto es de dimensión constitucional.
.jpg)
