Como militantes de la Democracia Cristiana, quienes suscribimos este comunicado hemos dedicado las últimas semanas a recorrer el país y sostener innumerables conversaciones en terreno con simpatizantes, militantes y dirigentes de nuestro partido. El sentido de este esfuerzo ha sido el de recoger la opinión de todos ellos respecto de la mejor forma de enfrentar los desafíos que nuestro partido presenta hacia el futuro.
Como resultado de estos diálogos, nos hemos formado la convicción de que la inmensa mayoría de la Democracia Cristiana entiende que los compromisos que hemos asumido con los chilenos en materia de lucha contra la desigualdad y a favor de la justicia social y la inclusión, a favor de la ampliación de oportunidades y libertades, en defensa de la educación y el trabajo, requieren de un partido fuerte y cohesionado, estrechamente conectado con la ciudadanía, que desde su identidad contribuye con decisión al éxito del gobierno de la Presidenta Bachelet y se proyecta hacia el futuro.
Es por ello que, pese a las diferencias que hemos experimentado en el pasado reciente, hemos tomado la decisión de proponer a los militantes de nuestro partido una alternativa de conducción que hace suya la línea política concordada en la última Junta Nacional y asume la tarea de conducir al partido en su participación activa en el gobierno, obtener un gran respaldo ciudadano en las próximas elecciones municipales, regionales y parlamentarias y trabajar para proponer un liderazgo presidencial ampliamente convocante.
La mesa directiva que proponemos queda compuesta de la siguiente manera:
Jorge Pizarro, Presidente Nacional
Fuad Chahín, Vicepresidente
Yasna Provoste, Vicepresidente
Sergio Espejo, Vicepresidente
Matías Walker, Vicepresidente
Soledad Lucero, Vicepresidenta
Gustavo Paulsen, Vicepresidente
Carolina Goic, Vicepresidente
Gonzalo Duarte, Secretario Nacional
Hemos acordado además la creación de dos Vicepresidencias Adjuntas que apoyarán el trabajo regular de la Directiva Nacional.
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