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PANAMA | MILTON HENRIQUEZ: "ALCANZAMOS POR FIN LA VICTORIA"

Editor Noticiero DC |

Los panameños hemos logrado nuestros triunfos de formas inesperadas para otros. En 1,821 nos independizamos del Imperio Español sin disparar un tiro. Cuando las demás repúblicas americanas padecieron cruentas guerras para obtener su independencia, los panameños —cansados de esperar la expedición que Bolívar nos prometió varias veces— resolvimos el tema ‘a la panameña’. A continuación sometimos a cabildo abierto si seguíamos solos o nos uníamos a la República Centroamericana, a México, a Perú o a la Gran Colombia —Nueva Granada, Venezuela y Ecuador— y nos decidimos por esta última, tanto por proximidad como por grandiosidad. Aunque nos liberamos solos, comprendimos que solo unidos podíamos lograr objetivos mayores.

En 1,903, pocos meses después de la Guerra de los Mil Días, que enfrentó a conservadores y liberales en todo el territorio de la república colombiana, los conservadores panameños convocaron a los liberales istmeños para unirse por una causa superior, crear la República de Panamá —esta vez de forma definitiva— y hacerlo ‘a la panameña’, esto es, sin violencia. Así transcurrió el siglo XX con algunos sobresaltos y amagos, pero en general resolviendo nuestros problemas ‘a la panameña’. Con ese mismo talante obtuvimos, sin disparar un tiro, la entrega del Canal y sus áreas anexas gracias a la lucha intergeneracional que se inició en con los próceres de 1,903 y culminó bajo el liderazgo de Omar Torrijos en la negociación y el trabajo responsable de los gobiernos de la década del 90 en la ejecución.
Cuando en 1,978 se legalizan nuevamente los partidos políticos, los antiguos enemigos liberales y panameñistas se unen con sus críticos demócrata cristianos para conformar dos veces la unidad opositora; la primera vez en 1,984 y la segunda vez en 1,989. En ambos casos obtuvimos la victoria y en las dos ocasiones el gobierno la arrebató, pero la dictadura cayó.
Hoy nos enfrentamos a un proceso neototalitario en el cual se van reconstruyendo los esquemas antidemocráticos bajo ropajes de la democracia. Hoy, al igual que en los momentos estelares de nuestra historia, se impone la unidad del pueblo panameño para enfrentar los designios que conspiran contra nuestra felicidad y nuestro desarrollo. Hoy se hace necesario el desprendimiento de un José Agustín Arango y de un Ricardo Arias Calderón para conformar un solo bloque que se oponga al proyecto de perpetuación en el poder del plutócrata. Si queremos saber cómo ‘alcanzar la victoria’ solo tenemos que recordar lo que nos dice nuestro Himno Nacional: ‘Alcanzamos por fin la victoria’, pero ‘en el campo feliz de la unión’.