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PANAMA | EL PARTIDO POPULAR SOBRE LA PELIGROSA CONFORMACION DE UN REGIMEN POLICIACO

Editor Noticiero DC |

La insubordinación de la Policía Nacional ante la decisión del Consejo de Gabinete de enviar un Proyecto de Ley para crear una junta disciplinaria para la Policía Nacional, es un hecho gravísimo que se suma a otros elementos que ha producido el Gobierno del Presidente Martinelli para conformar lo que en Ciencia Política se definiría como un peligroso régimen policiaco. La renuncia al cargo del Ministro Mulino hace resaltar aun más la gravedad de la situación.
La Ley que penaliza la protesta, la Ley que reemplazó a la Ley Chorizo y que mantuvo el régimen de impunidad para los miembros de la Fuerza Pública encausados por abuso de fuerza, los indultos presidenciales a los policías que mataron a los jóvenes pescadores, la falta de sanciones disciplinarias - agravado con un ascenso- a un clase que fue grabado pidiendo un soborno, la falta de acción disciplinaria contra los oficiales señalados como vinculados al secuestro y asesinato de los jóvenes chorreranos, la aplicación indiscriminada del Pele Police, la adulteración de los archivos de policía para acusar a voceros de los organismos de transparencia de faltas que no cometieron, el abuso policial a un ciudadano médico que reclamaba sus derechos, la represión policial a las autoridades civiles de policía - como son los alcaldes y representantes - y las graves acusaciones, sin sanción conocida, a los miembros de la Policía Nacional que le dispararon a quemarropa a un joven y a los que cometieron abusos sexuales y violaciones carnales a damas de la etnia Ngöbe en las recientes protestas, más las cotidianas denuncias de actos abuso policial, van conformando un cuadro de insubordinación de la Fuerza Pública que propician la desmoralización de los muchos integrantes honestos y patriotas que se sienten deshonrados ante la impunidad con la que se mancilla el uniforme policial.

La Junta Disciplinaria Superior, como organismo administrativo supremo para la revisión y aplicación de sanciones disciplinarias, es una necesidad sentida y propuesta en varias instancias, la última de ellas en la Mesa del Diálogo por la Concertación, ya que sin un organismo de esta naturaleza, que sea independiente de la Policía Nacional, se expone a la institución armada a que se encubra a los favoritos y se castigue injustamente a los que no lo son, por parte de quien dirija la institución en ese momento.
Es inaceptable que un jefe de la Policía desautorice a un ministro y más grave aún que la Policía vete un proyecto de Ley -especialmente uno que busque someterla a control jurisdiccional externo- que haya sido aprobado por el Consejo de Gabinete.
Si viviéramos en un verdadero Estado de Derecho el Jefe de la Policía Nacional ya hubiera sido destituido.
El Partido de la Estrella Verde desde el 11 de octubre de 1968 ha estado comprometido con la desmilitarización del país y la creación de una Policía profesional y sometida al poder civil y, para ello, en el año 90, sólo se reintegró a la nueva institución policial quienes no tenían acusaciones por corrupción o violación de derechos humanos.
El Partido Popular reconoce la importante labor que ejercen los miles de miembros honestos y patriotas que integran la Fuerza Pública y exige respeto a su honor y dignidad dándoles una conducción efectiva bajo el Estado de Derecho y dentro de la Democracia para devolverle el respeto y el respaldo de la ciudadanía.
Por todo lo anterior, el Partido Popular exige la derogatoria o subrogatoria de todas las normas que han ido construyendo este régimen policiaco, la constitución de los organismos de control externo que investiguen y sancionen los casos de corrupción y abuso de autoridad o de fuerza, en la Policía Nacional y la destitución inmediata del Jefe de la Policía y su reemplazo por un funcionario que acepte sin reparos la subordinación de la Policía Nacional al Poder Civil.
Frente a un país que se siente cada vez más inseguro y a ciudadanos que le empiezan a temer más a los policías que a los delincuentes, el Presidente Martinelli debe comprender que su legitimidad surge y depende de los votos y no de las botas.