El presidente Felipe Calderón aseguró que es un “creyente” y “pleno defensor” de los derechos humanos, pero tampoco puede pensarse que las Fuerzas Armadas derroten a “un enemigo inescrupuloso y asesino” con una mano atada a la espalda.
Además aseguró que el día que todos los gobernantes cumplan su responsabilidad con la seguridad, se resolverá el problema en México. “Yo jamás he eludido mi responsabilidad, porque no fui educado para eso”, dijo el Presidente al advertir: “que nadie más se lave las manos” ante ese reto.
Garantizó que lejos de desear el retiro del Ejército, en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Michoacán, las familias piden a gritos que el gobierno federal mande más fuerza federal. “Lo que sí, es que no podemos tampoco estar por un parte pensando que se puede enfrentar eficazmente a los criminales, y por la otra, mandando a los soldados, a los marinos o a los policías Federales con una mano amarrada a la espalda a combatir a los criminales”.
Al delinear a los diputados del PAN entre sus prioridades legislativas
Lo que se necesita, señaló, es precisar en la ley los límites claros “para que no le quede duda a nadie” y que esté “apegadísima a las garantías individuales y a los derechos humanos”.
Al advertir “que nadie se equivoque”, porque él defendió a sus compañeros de atentados contra los derechos humanos en Yucatán y Chiapas, y aludiendo a los fraudes electorales denunciados por Luis H. Álvarez en Chihuahua y Rodolfo Elizondo en Durango, el Presidente pidió certidumbre para quienes “hoy se están jugando la vida por defender a nuestras familias”.
Al participar en la plenaria de los diputados de su partido, el titular del Ejecutivo se lanzó contra los “desinformados o malintencionados” que aseguran que la violencia se originó por haber enfrentado a los delincuentes; “es un gran absurdo”, dijo.
Dijo que el problema con el crimen se deriva de la “tradición oral” del viejo régimen de no meterse con los delincuentes a quienes poco a poco se les dejó pasar como alguien a quien se le ofreció un lugar en la cochera “y luego, te los encuentras poniéndose tus trajes, en tú clóset. Hasta que, finalmente, llegaron a tú recamara y, entonces, vienes y me dices: Presidente ayúdame a sacarlos”, aludiendo a un funcionario que llegó a pedirle apoyo del Ejército.
Calderón también dejó claro que en los Diálogos por
De paso cuestionó: “¿Quién está librando la batalla contra la criminalidad y cómo? 33 mil policías federales en el país”, mientras hay 440 mil elementos en las corporaciones estatales y municipales y “si no todos, por lo menos la mitad de esos policías estatales o municipales tuvieran elementos de confiabilidad y fortaleza, hace rato que hubiéramos, verdaderamente, finiquitado este tema”, aseguró.
Parafraseando al gobernador José Guadalupe Osuna, cuando aseguró que lo que ocurre en Baja California es su responsabilidad, pidió a los diputados no permitir que se diga que el problema del crimen organizado no compete a las autoridades locales porque mientras se siga diciendo que es un problema del Presidente “para eludir la responsabilidad propia, México seguirá corriendo un enorme peligro”.
Al hablar del proyecto de 32 policías con mando estatal, también alertó de “no dejar el corral en manos de las zorras, ¿por qué razón?, ¿qué pasa si una policía estatal ya está penetrada por los criminales?”, cuestionó.
- Claves
Peticiones al PAN
• El presidente pidió a sus diputados buscar la aprobación de la reformas laboral, educativa, política, de competencia y telecomunicaciones
• Centró como prioridades de la agenda la seguridad democrática, pero también generar condiciones de gobernabilidad democrática para 2012 en materia electoral, porque en las pasadas elecciones pesaron poderosos recursos
• Luego de que la priista Beatriz Paredes hablara de federalismo como el centro del problema de seguridad, el Presidente dijo que ese federalismo debe rendir cuentas y evitar desviación de recursos para campañas políticas