El último informe de labores del presidente Óscar Arias generó anoche reacciones tan diversas como ideologías coexisten en el país.
El Presidente lanzó en su discurso un fuerte reclamo a la oposición, a la que acusó de utilizar los procesos de control como “coartadas para impedir que el Gobierno ejecute sus propuestas”.
Juan Carlos Mendoza, jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), reaccionó molesto. “El Presidente mantiene la cultura de miedo en la última hora de su mandato, descalificando a los que no piensan como él”, dijo.
El malestar, sin embargo, no le impidió a Mendoza reconocer como buenas acciones del Gobierno saliente la creación del programa de becas estudiantiles Avancemos y el aumento de las pensiones del Régimen no Contributivo.
Otro muy crítico fue el jefe de la bancada del PUSC, Wálter Céspedes. “El discurso no es de recibo para
Tras ponerse de pie para aplaudir el discurso de Arias, el diputado de Restauración Nacional, Carlos Avendaño, también lo criticó: “Su gran deuda fue el combate a la pobreza y el tema de seguridad”.
No solo Avendaño ovacionó a Arias. Naturalmente, lo hicieron los diputados de la bancada oficialista. Pero, también los legisladores del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE).
Incluso algunos magistrados -entre ellos Carlos Chinchilla de
El verdiblanco Luis Gerardo Villanueva, electo ayer presidente del Congreso, despidió a Arias con elogios, diciéndole: “Señor Presidente, su obra ha sido grande”.
ControlEn su discurso, Óscar Arias afirmó que las instituciones que supervisan al Gobierno están “abrumadas” por la carga de trabajo. Achacó esto a los opositores, por provocar “que el control se vuelva en un objetivo en sí mismo, y no una herramienta”.
“¿Qué es lo que quiere (Arias)? ¿Qué uno no denuncie los casos de corrupción?”, replicó el jefe del PAC, Juan Carlos Mendoza.
La contralora general de
“Pero lejos de quejarnos de eso. Hacemos todo lo posible para cambiarlo”, manifestó Aguilar.