Con pie izquierdo arrancó la candidatura presidencial de Juan Manuel Santos, al no contar con el apoyo de uno de sus principales aliados para concretar la coalición uribista, el conservador Andrés Felipe Arias.

El precandidato conservador, le salió al paso a la propuesta de coalición lanzada por Santos, quien planteó una reagrupación de las fuerzas políticas uribistas tras, según él, recibir el guiño de Uribe para ser el candidato del oficialismo.

“Andrés Felipe Arias va a la Presidencia en nombre del Partido Conservador para seguir defendiendo de manera genuina y sincera todo lo que se ha hecho en esta obra de Gobierno”, afirmó el precandidato azul al término de una reunión programada con el presidente Uribe en la ciudad de Cali.

Esta declaración le pone picante al panorama electoral, pues muchos habían asumido que Santos sería el candidato único y natural del uribismo. Además, la declaración toma especial importancia pues marca un rumbo diferente de lo que los mismos candidatos habían planteado.

Cabe recordar que, inclusive, el mismo Arias había expresado semanas atrás la posibilidad de realizar una coalición con el partido de la U con miras a consolidar un candidato único para las huestes uribistas, lo que había levantado críticas al interior del conservatismo, hasta el punto que el ex presidente Andrés Pastrana se tuvo que pronunciar diciendo: “no le vamos a entregar el partido Conservador a Juan Manuel Santos”.

“Le he dicho al Presidente que daré todo de mí para llegar a la Presidencia y proteger a su obra y mejorarla, para proteger a los colombianos, a él y su familia”, dijo el ex ministro de agricultura.

Tras esto Arias afirmó que ha sido el único candidato conservador que le brindó su apoyo al Presidente en el caso de que el referendo reeleccionista pasara en la Corte para no traicionarlo. Sin embargo sostuvo: “hoy, en este nuevo panorama reitero mi aspiración a la Presidencia para seguir defendiendo de forma genuina la seguridad democrática y la cohesión social”.

El anuncio de Arias marca un quiebre respecto a las intenciones de Santos, quien temprano en la mañana había anunciado que buscaría la presidencia y que miraría “si hay una forma de que una gran coalición uribista se presente con un solo candidato para las elecciones”.

Si a este panorama se le suma los reiterados anuncios del jefe de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, en el sentido que llegará hasta el final del proceso electoral, se obtiene un coctel político interesante.

Las candidaturas empiezan a tomar forma ante la negativa de una segunda reelección. Los candidatos empiezan a esgrimir sus propias estrategias y el panorama político, dormido hasta hace unos días a la espera del fallo de la Corte, vuelve a tomar vida.