El presidente Felipe Calderón evocó las diferentes facetas de su padre, Luis Calderón Vega, como escritor, maestro, político y amigo de sus adversarios y de quien, dijo, aprendió que su fuerza es la congruencia.
Al encabezar un homenaje por el 20 aniversario luctuoso de su progenitor, Calderón Hinojosa destacó que "si hay algo que aprendimos de él es hacer política con ética y de que no hay que temer al porvenir, hay que adueñarse de él".
También habló de la intensa formación católica de Calderón Vega, quien en todo momento decía que el compromiso del católico es pasar de la oración a la acción. ''Fue un hombre humilde, muy adelantado a su época, y que predicaba con fuerza y no por su voz ronca, sino por la congruencia que tuvo en su vida, ya que nadie podía señalarle alguna inconsistencia'', añadió.
Ante su madre, la señora María del Carmen Hinojosa, sus hermanos, así como familiares, amigos y miembros del Partido Acción Nacional (PAN), el Ejecutivo federal recordó la etapa en que Luis Calderón fungió como correo de los cristeros, toda vez que ocultaba las cartas y los cartuchos en el cesto de las tortillas o del pan.
Recordó incluso cuando le ayudaba a su padre a tomar nota de algunos de sus textos, muchos de los cuales tuvo que pagar sus ediciones.
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En el Centro de Convenciones de Morelia, Calderón Hinojosa recordó que él nació cuando su padre tenía 51 años de edad y que incluso se ufanaba en decir que más bien era su abuelo, pues tenía "un envidiable sentido del humor".
Relató una anécdota de una vez que acompañó a su padre a comer en una fonda y les sirvieron un platillo con carne que tenía un mal aspecto. ''Le comenté a mi padre que esa comida estaba tan fea y que parecía de perro. El volteó a decirme: pues sí pero afortunadamente ya está muerto, y siguió comiendo su platillo con tranquilidad''.
De los recuerdos que compartió a lado de su padre en el hogar, el mandatario federal destacó la biblioteca impregnada de olor a café, a cigarro, a libros y su máquina de escribir.
El presidente Calderón también resaltó la vida de su padre como fundador del Partido Acción Nacional (PAN) en 1939 y recordó sus señalamientos sobre la falta de compromiso cristiano con la política, que quedaron plasmados en su libro "96.47 de los mexicanos".
En este contexto, resaltó la interrogante que se hacía su padre de que hubiera tanta distancia ''entre lo que se dice, somos y lo que en verdad es'', al tiempo que recordó que en sus últimos días Luis Calderón se sentaba frente a una ventana desde donde miraba el jardín.
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