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REPUBLICA DOMINICANA. Mujeres buscan ampliar presencia en la política

Editor Noticiero DC |

Las mujeres que trabajan día a día en la política tienen la esperanza de que a partir de las próximas elecciones se tome en serio el cumplimiento de un espacio mínimo de un 33% para participación femenina en las candidaturas a senadoras, diputadas, síndicas y regidoras, como lo ordena la ley 275-97.

En la actualidad solo hay 33 diputadas de 178 en la Cámara de Diputados, y dos senadoras de 32 en el Senado; 17 síndicas, 134 vicesíndicas, 258 regidoras de 963 y 273 suplentes de regidores.

Para hoy el Pleno de la Junta Central Electoral tiene en agenda el conocimiento de un proyecto de resolución en el que se obliga a los partidos políticos a presentar en sus boletas a 61 mujeres como candidatas a diputadas, el 50% de las 155 sindicaturas y vicesindicaturas, así como 76 de los 229 distritos municipales.

En las elecciones del 2006 las mujeres representaron el 39% de las candidaturas que fueron a elecciones y el 29% de las candidaturas electas.

En el 2002 las mujeres llegaron a ocupar el 31% de las candidaturas electas, con un aumento de 8% en comparación con el 1998, en las que llegaron a 23%.

La diputada y secretaria de la mujer del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Rafaela Alburquerque, deplora que ninguno de los partidos siquiera se asome al cumplimiento de la cuota femenina y se queja de que “hacen trampa” porque le obligan a renunciar de sus candidaturas para colocar a hombres como candidatos.

El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, afirma que cumplirá la cuota de participación de las mujeres en las candidaturas para las elecciones del 2010 mediante el uso de las reservas.

Consideró que la persistencia de altas y diversas formas de abuso y violencia contra la mujer constituye una dolorosa y vergonzante rémora de la sociedad.

Para la secretaria de Estado de la Mujer, Alejandrina Germán, el mantenimiento del voto preferencial para las próximas elecciones fue un golpe mortal para la representación femenina, porque a su juicio la mayoría de las mujeres no están en condición de competir con los hombres mediante ese sistema en el que se practica con más fuerza el clientelismo político.