.

HONDURAS. Los hondureños inician una crucial semana electoral

Editor Noticiero DC |

En medio de la peor crisis política de las últimas décadas y en claro desafío al aislamiento internacional, los hondureños iniciaron una semana crucial de cara a las elecciones generales del domingo próximo, las octavas consecutivas del período democrático, a las que concurren con la esperanza de devolver la tranquilidad a su empobrecido país.

Tras pasar cinco meses en grave crisis política, después de que el presidente Manuel Zelaya fuera derrocado el 28 de junio por comandos militares que luego lo expulsaron a Costa Rica, Honduras se apresta a elegir al nuevo gobernante que deberá iniciar su mandataro el 27 de enero de 2010.

Para ello, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), organismo independiente encargado de convocar, organizar y declarar ganador de los comicios presidenciales, legislativos y municipales que se realizan simultáneamente, ha habilitado a 4,6 millones de electores.

Pero para expertos como Adan Palacios, ex presidente del TSE y dirigente del movimiento cívico Mirador Electoral, la cantidad real de votantes es de unos 3,5 millones, ya que el censo electoral no fue revisado y se encuentran en sus registros más del millón de hondureños que radican en el exterior, principalmente en Estados Unidos.

De manera que Palacios y otros expertos esperan una concurrencia de unos dos millones de electores, con lo cual se mantendría en alto la participación de los votantes.

El nivel de participación es vigilado estrechamente, ya que el proceso electoral es cuestionado por el propio Zelaya, quien ha llamado a un boicot y anunció que lo impugnara nacional e internacionalmente.

Zelaya, que se encuentra alojado en la embajada de Brasil desde hace más de dos meses, esperaba ser restituido en el poder antes de las elecciones del 29 de noviembre, pero tal medida no podrá ser posible, ya que el Congreso decidió que no analizará ni votará su reinstalación en la Presidencia de Honduras hasta después de los comicios.

Zelaya y sus seguidores advirtieron que boicotearán los comicios antes y el día mismo de las elecciones, aunque son ambivalentes, ya que a veces proclaman acciones pacíficas y después hacen llamados a tomas violentas.

Pero el gobierno de facto que preside Roberto Micheletti, designado por el Parlamento el 28 de junio para concluir el mandato de Zelaya, ha dicho que los comicios se realizarán en la fecha establecida.

El TSE tiene a su disposición unos 30.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y la policía para dar seguridad a los centros electorales y los votantes. Simultáneamente se han hecho llamados a unos 10.000 reservistas en caso de ser necesitados en tareas de seguridad.

A los comicios acuden los cinco partidos políticos establecidos en Honduras, y únicamente el candidato independiente Carlos H. Reyes se retiró de la carrera, ya que exigía el regreso al poder de Zelaya.

Además de Reyes, varios candidatos a alcaldes, diputados y una designada (vicepresidente) han renunciado a participar en las elecciones en solidaridad con Zelaya, pero la cantidad de renuncias no ha sido tan grande como anticipaban previamente los opuestos a los comicios.

De hecho, el magistrado del TSE Enrique Ortez Colidres ha manifestado que el hecho de que todos los aspirantes a cargos de elección popular renuncien ante el tribunal demuestra que reconocen la legalidad de la instancia responsable de organizar los comicios.

Los cinco partidos participantes son el oficialista Liberal, que postula como candidato presidencial a Elvin Santos, el opositor Nacional, que lanzó a Porfirio Lobo Sosa, y la izquierdista Unificación Democrática (UD), que tiene como aspirante presidencial a César Ham.

Ham, un allegado a Zelaya, finalmente renuncio a boicotear los comicios, ya que se mantuvo por meses en la misma posición de Reyes de condicionar su participación al regreso de Zelaya al poder.

Pero a días de celebrarse las elecciones, UD optó por mantenerse en las elecciones y alejarse de la posición de Zelaya, con lo cual la izquierda hondureña apuesta al desarrollo electoral y mantenerse como la tercera fuerza política y parlamentaria.

Los otros dos participantes son los partidos Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), que promueve al ex dirigente sindical Felicito Avila, y el socialdemócrata Pinu, que nominó a Bernard Martínez, el primer candidato presidencial afroamericano en Honduras.

La mayoría de los partidos aprovecharon el fin de semana para realizar sus cierres de campaña con concentraciones multitudinarias.

Hoy empezó la distribución del material electoral, que está a cargo, por mandato constitucional, de las Fuerzas Armadas, aunque en esta ocasión el TSE introdujo la modalidad del "vigilante electoral", una figura civil que acompañará a los militares en el traslado del material.

El TSE espera la presencia de más de 3.000 observadores, entre ellos los ex presidentes Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol, de El Salvador; Vinicio Cerezo y Alvaro Arzú, de Guatemala, y Alejandro Toledo, del Perú.

El gobierno estadounidense enviará una misión, mientras que la Unión Europea optó por las figuras de técnicos electorales, de menor peso político, en lugar de una misión de observadores.

La Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas optaron por no enviar observadores debido a que Zelaya no regresó al poder y todavía se encuentra alojado en la misión brasileña en Tegucigalpa.