Él, un democristiano de 62 años que dirige el Gobierno belga desde hace once meses, mientras que la laborista, de 53, ocupa desde octubre la cartera de Comercio en la Comisión Europea.

El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, será el primerpresidente estable del Consejo Europeo, y la británica Catherine Ashton la próxima Alta Representante de Política Exterior, según acordaron este jueves por la noche los líderes de la UE.

Los jefes de Estado y Gobierno comunitarios aprobaron rápidamente la propuesta de la presidencia sueca de turno, formulada por el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, según informaron fuentes comunitarias. Van Rompuy, un democristiano de 62 años, dirige el Gobierno belga desde hace once meses, mientras que la laborista Ashton, de 53, ocupa desde octubre la cartera de Comercio en la Comisión Europea.

La presidencia sueca de la UE ha propuesto a ambos nombres tras consensuarlos en una reunión previa a la cena con todos los líderes, con los gobernantes de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. La reunión del presidente de turno del Consejo Europeo con la canciller Angela Merkel, el presidente Nicolas Sarkozy, y los primeros ministros Gordon Brown y Silvio Berlusconi ha perfilado la propuesta que Reinfeldt ha hecho al conjunto de líderes comunitarios sobre los nuevos cargos de la UE.

El consenso entre los líderes de la UE comenzó a forjarse con el acuerdo previo de los dirigentes socialistas comunitarios para proponer y respaldar un único candidato para dirigir la política exterior comunitaria, elección que recayó en Ashton. Esa decisión implicó que el Gobierno británico abandonaba el apoyo que hasta entonces había dado de forma insistente a Tony Blair como presidente del Consejo Europeo.

Van Rompuy promete escuchar a todos

Tras el nombramiento, el recién elegido presidente de la UE se comprometió en su primer discurso a "tener en cuenta los intereses y sensibilidades de todos" y a tratar de garantizar el consenso en las decisiones de los Veintisiete. "Todos y cada uno de los países deben surgir victoriosos de las negociaciones. Una negociación en la que una parte termina derrotada no es nunca una buena negociación", aseguró.

Van Rompuy, que será el encargado de presidir a partir de ahora las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno, dejó claro que su intención es buscar siempre el consenso en las decisiones, a pesar de que una de las novedades del Tratado de Lisboa que entrará en vigor en diciembre es que se elimina la necesidad de unanimidad en el Consejo para muchas materias. "Como presidente del Consejo escucharé atentamente a todo el mundo y me aseguraré de que nuestras deliberaciones se convierten en resultados para todos", señaló. Además, recordó su trayectoria política marcada por la búsqueda de acuerdos y aseguró que continuará "por el mismo camino".

Van Rompuy, que utilizó en su comparecencia el francés, el inglés y el neerlandés (su lengua materna), garantizó también el respeto a la soberanía y tradición de cada Estado miembro. "Aunque nuestra unidad sea nuestra fuerza, nuestra diversidad sigue siendo riqueza. Cada país tiene su propia historia, su propia cultura y su forma de hacer las cosas", subrayó. Entre sus prioridades, que desgranó leyendo un discurso escrito, destacó la necesidad de responder a la crisis económica, al problema del desempleo y de avanzar en la lucha contra el cambio climático.

Ashton niega haber sido elegida por ser mujer

La designada como futura Alta representante europea para la política exterior y de seguridad, la británica Catherine Ashton, se ha defendido de las críticas que relacionan su elección con el hecho de ser mujer y la consideran inexperta en relaciones internacionales. "Júzguenme por mis acciones y quedarán satisfechos", ha sentenciado en su primera rueda de prensa tras ser elegida unánimemente por los líderes europeos como futura "ministra" de Exteriores de la Unión.

La baronesa Ashton tendrá nuevas y amplias competencias respecto a su predecesor Javier Solana: será vicepresidenta de la Comisión Europea y al mismo tiempo presidirá las reuniones de los veintisiete ministros de Asuntos exteriores de la Unión. La actual comisaria de Comercio coordinará en el futuro todas las políticas externas de la UE y dirigirá el nuevo servicio diplomático europeo.

Ante la pregunta de si no considera que, al final, ha resultado elegida en gran medida por su género, Ashton ha replicado que "en el pasado, gran parte de los hombres consiguieron sus cargos sobre las mujeres precisamente por ser hombres". "Fui la primera mujer en ser comisaria de Comercio de la historia y estoy feliz de ser la primera mujer en representar a la Unión Europea en este nuevo cargo", ha añadido. Tras su designación hoy por los gobernantes comunitarios, Ashton tendrá que obtener todavía el visto bueno del Parlamento Europeo.

Dos perfiles bajos

Van Rompuy, un hombre prácticamente desconocido hasta hace unos días fuera de Bélgica y sin experiencia internacional, ha visto cómo su reputación no ha hecho más que crecer en su país desde que se hizo cargo del Gobierno, casi a su pesar, en diciembre del pasado año. Tras heredar la jefatura del Gobierno de un país convulso por las agrias disputas entre flamencos y francófonos, y con una clase política desgastada y desacreditada. Van Rompuy ha logrado que Bélgica regresara a la normalidad.

Este hábil político, del que quienes le conocen coinciden en señalar su falta de ambición, es también un avezado negociador al que se atribuye, como responsable del presupuesto, el que Bélgica lograra reducir su enorme deuda pública para poder adoptar el euro.

El cargo que ejercerá Van Rompuy fue creado por el Tratado de Lisboa, que entrará en vigor el 1 de diciembre, pero no detalla mucho sus responsabilidades. El presidente estable -elegido por dos años y medio, mandato renovable una vez- tiene el cometido de dirigir y animar las reuniones de los líderes, asegurar su preparación y continuidad, facilitar el nunca sencillo consenso y representar a la Unión ante los líderes mundiales, explica el Tratado.

Catherine Margaret Ashton, muy próxima al primer ministro Gordon Brown, es la actual comisaria europea de Comercio de la Comisión Europea (CE), baronesa de Ashton de Upholland, miembro del Partido Laborista y ex presidenta de la Cámara de los Lores. Ashton ha ocupado varios cargos intermedios en el gobierno de Brown en las carteras de Educación, Derechos Humanos, Justicia e Igualdad, pero apenas tiene experiencia en cuestiones de política internacional.

Llegó a Bruselas antes del verano, después de que Brown la enviara para sustituir a Peter Mandelson, un peso pesado de la política británica al que el primer ministro llamó de vuelta a Londres para ser su "número dos" y tratar de enderezar sus perspectivas electorales para el próximo año.

La Alta Representante sustituirá a Javier Solana, pero tendrá poderes ampliados, ya que será también vicepresidenta de la Comisión -asistirá, pues, a las reuniones de los comisarios- y presidirá mensualmente el Consejo de Relaciones Exteriores -las reuniones de los ministros. A su cargo tendrá, pues, la coordinación de toda la política exterior de la UE, el presupuesto y el nuevo servicio diplomático común europeo que crea el Tratado de Lisboa.