El presidente provisional Roberto Micheletti expresó su satisfacción por los resultados alcanzados hasta ahora en el Diálogo Guaymuras, protagonizado por las comisiones del gobierno y del depuesto mandatario Manuel Zelaya.
Lo anterior fue señalado por el gobernante en una improvisada plática sostenida con los periodistas en
“Ya se han discutido unos cuatro puntos y estamos contentos por los resultados de la comisión, con cuyos miembros acabo de reunirme”, dijo al término del encuentro con los comisionados.
Vilma Morales, ex presidenta de
Al parecer, existen problemas al interior de la otra comisión, pero eso es cuestión que deben resolverla ellos, pues no es asunto nuestro, reveló Micheletti.
En primera instancia, evitó revelar los cuatro puntos en los cuales ya existe cierto acuerdo y dejó esa facultad a los miembros de la comisión.
Es posible que el obstáculo sea uno o dos puntos de la agenda planteada, pero por lo demás se está trabajando bien, agregó.
PRESIONES DEL FRENTE
Reconoció que el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado tiene sus propias formas de presionar, pero no importa lo que hagan ellos afuera, en el interior del hotel las comisiones laboran en forma tranquila.
“Existe mucha serenidad y optimismo que al final los resultados serán satisfactorios del diálogo y se pueden tomar el tiempo que sea necesario”, enfatizó Micheletti.
Por otra parte, consideró como una especulación la denuncia procedente de
“El gobierno no ha contratado a nadie para hacerle daño a otro hondureño”, recalcó, luego de invitar a los denunciantes a presentar las pruebas o investigar la situación aquí en el país.
Gastos en EE UU son legales
Los gastos realizados en Estados Unidos son legales y no es para hacer “lobby”, pues el gobierno tiene la obligación de enviar gente al exterior con la intención de que se nos escuche, argumentó el presidente provisional Roberto Micheletti.
Así reaccionó el mandatario luego que el diario estadounidense New York Times revelara que el gobierno hondureño ha gastado al menos $400 mil dólares (unos 8 millones de lempiras) en una campaña de “lobby” de “alto perfil” en Estados Unidos para lograr apoyo en el Congreso, en vista de la postura condenatoria que asumió la administración de Barack Obama.