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La oposición en el país piensa concretar la unificación de sus fuerzas “más adelante”, encabezada por los jefes de partidos y agrupaciones ciudadanas, vigentes, así lo anunció la diputada y jefa de Bancada por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Norma Piérola, sin embargo, lamentó que al interior de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) existan posiciones encontradas.
“Es un momento oportuno para unificar a la oposición, ya dimos una muestra de esa unificación y de esa intencionalidad al principio de este año, cuando nos unimos con los de la UD (Unidad Demócrata). Afuera tenemos entendido que los jefes de partidos están haciendo ese esfuerzo para tratar de unificarse más adelante; no olviden que la mayoría de los partidos fueron dispersados, quedando dos o tres en carrera y si no hay posibilidad de quedarse en uno u otro, lo que hay que hacer es formar o construir base social y base política para llevar adelante la conformación del partido que vaya a aglutinar todas las fuerzas de oposición”, propuso la legisladora.
Piérola reconoció que la tarea que debe encarar la oposición por su unificación será paulatina, y que, además, deberá contar con la voluntad política de los actores, principalmente de los jefes de partido.
“Es tiempo de que se dejen de mezquindades, que hayan nuevos cuadros, que dejen que salgan nuevos liderazgos, que dejen de ser egoístas, porque hay una especie de aplastamiento desde los mismo jefes de partido, para no ver que crecen nuevos cuadros políticos”, reflexionó.
Anunció también que el PDC, al mando del expresidente Jorge Quiroga Ramírez, buscará la realización de un encuentro nacional de su partido para analizar el tema de la unificación de la oposición.
“Ya nos hemos dado cuenta que la división y dispersión de la oposición es la que le conviene al Gobierno y nos quiere mantener de esa manera, para tratar de aniquilar a la oposición”, dijo.
LA DESUNIÓN
Pese a las reflexiones realizadas por la diputada sobre la necesidad de unir a la oposición en la actual coyuntura reconoció que dichos partidos, al interior de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), carecen de esa voluntad política que requieren para consolidar su unidad, frente a los dos tercios del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Ejemplificó su postura, narrando ante los medios lo ocurrido en la presidencia de la Cámara de Diputados con la presentación de la solicitud de interpelación a la ministra de Comunicación, Marianela Paco.
“Lamentablemente, no hay esa buena voluntad en el tema de la presentación de nuestra petición de informe oral a la ministra Paco. Día antes hice una conferencia, y al día siguiente, se copia la UD (Unidad Demócrata), va e introduce (una interpelación) con tres preguntas y luego me enteró que se habría aceptado esa y no la mía que tiene 18 preguntas. Entonces, espero que se unifiquen las dos solicitudes (…) porque una no es contradictoria a la otra”, aseveró la legisladora.
LEY DE PARTIDOS POLÍTICOS
Con el objetivo de dar mayores garantías a los partidos políticos y agrupaciones ciudadanas en el país, Piérola manifestó la urgencia de asumir ante la ALP la responsabilidad de encarar una revisión de la Ley de Partidos Políticos.
“Queremos pedir que nos dejen presentar la Ley de Partidos Políticos y Organizaciones Ciudadanas, que debe pasar primero por un análisis a Ley de Régimen Electoral y salir en consenso”, solicitó la legisladora, asimismo, confesó su discordacia con el hecho de que el Gobierno haya retirado el financiamiento a los partidos para hacer campaña política. Aseveró que en el caso específico de los referendos para la aprobación de los estatutos autonómicos serán los gobiernos departamentales quienes deberán correr con esos gastos, en lugar de invertir dichos recursos en obras y desarrollo para sus regiones.
En Bolivia, rige la Ley de Partidos Políticos que se promulgó en 1999 y que no fue actualizada hasta la fecha, por lo que se carece de una norma complementaria que regule la actividad de las entidades políticas reconocidas y de otras nuevas que deseen incursionar en la arena política, o posiblemente, de movimientos ciudadanos que consideren su estatus como adecuadamente aptos.