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REPUBLICA DOMINICANA | UNA OPORTUNIDAD PARA EL 2015, ITO BISONO

Editor Noticiero DC |

Se va el 2014 y las lecciones son inmensas, el aprendizaje constante, y las esperanzas más renovadas que nunca. El privilegio de recorrer de norte a sur y de este a oeste la República Dominicana, me ha permitido recoger el espíritu que se vive, las necesidades más urgentes y las ansias de todo un pueblo de construir un mejor futuro.
Los números no mienten. República Dominicana está a la deriva en las materias más sensibles. La gente sale a la calle con miedo, y es que la violencia reina. Se producen 23 muertes por cada 100 mil habitantes, según la ONU, la peor cara de un escenario que debemos revertir con educación, empleo y leyes que efectivamente se cumplan.

Precisamente el desempleo es otro tema pendiente. El país no soporta un 15% de desempleo, el doble del promedio de la región, más aún si los principales afectados son los jóvenes, donde el desempleo llega al 39% y los que no estudian ni trabajan (NI-Ni) pasa con uno de cada cuatro jóvenes, una condena brutal al futuro y nuestras aspiraciones de ser un país desarrollado.
El poder adquisitivo es otro tema que se conoce pero poco y nada se ha hecho. Insostenible que el 60% de las familias dominicanas sobreviva con menos de RD$12 mil mensuales, cuando la canasta básica supera los RD$25 mil. Esto impide el ascenso socioeconómico, al contrario, condena a la pobreza a cuatro millones de personas y pone en la “cuerda floja” a la clase media, vapuleada por altos impuestos y un impagable costo de la vida.
Todo lo anterior, mientras el país se endeuda de manera acelerada y sin justificación. El 50% del PIB estará comprometido para final de año de acuerdo al FMI, y esto como consecuencia de préstamos y bonos soberanos que no tienen retorno, sino que se usan para tapar errores, para justificar un modelo agotado y darle vida a una bomba de tiempo que debemos detener.
Este paso, de crecimiento de la extrema pobreza y con la clase media desprotegida, hipoteca nuestras ansias de construir un mejor país. Debemos cambiar el rumbo porque somos más los que soñamos y trabajamos por un país sostenible, inclusivo y de oportunidades, porque somos más los que buscamos el resurgimiento del Sueño Dominicano.
En el 2015 debemos ver estos escenarios como una oportunidad, para crear conciencia de que el modelo actual no funciona, que el cambio debe ser auténtico y que el camino hacia la sostenibilidad y el desarrollo debemos retomarlo de la mano de un gobierno reformista. Lo hemos demostrado en el pasado, ahora es cuestión de encaminarnos a encontrar en esos días de prosperidad la inspiración para forjar un futuro distinto.