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OPINION - COSTA RICA | "LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS DEBEN LLEGAR A LA GENTE, DE LO CONTRARIO ENTRAMOS EN CRISIS

Editor Noticiero DC |

Así reflexionó el Dr. Allan Brewer Carías, en su reciente visita al país con ocasión de un seminario organizado por la Sala Constitucional, Observatorio Judicial y la Directora del Despacho de la Presidencia de la Corte, Nancy Hernández López, conversaron con él con el fin de conocer el pensamiento de este catedrático de origen venezolano, quien reside actualmente en Estados Unidos y es considerado entre los mejores especialistas en Derecho Público de Hispanoamérica.
Autor de más de ciento cincuenta obras y una suma superior de publicaciones de artículos en revistas especializadas participó en dicho seminario que se llevó a cabo el 27 y 28 de setiembre último, el cual tuvo como tema “EL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD Y SU APLICACIÓN”.

Brewer Carías inauguro dicha actividad académica con la exposición sobre el control de convencionalidad ejercido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Amigo personal de los juristas costarricenses Rodolfo Piza Escalante y Eduardo Ortiz Ortiz, (fallecidos), amistad que surgió en la década de los setentas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica de quienes manifestó guarda un especial aprecio.
Conversar con Brewer Carías sobre Estado Social de Derecho, Democracia y Constitucionalidad es más que un aprendizaje en momentos en que las naciones latinoamericanas atraviesan por una época difícil en cuanto a deslegitimación de sus instituciones democráticas.
Pero el objetivo nuestro fue desde diferentes ópticas obtener del pensamiento del experto de talla mundial sobre el rol esencial del Poder Judicial en una nación con tantas libertades públicas como la nuestra.
En su criterio el Poder Judicial es quizá el más débil de los poderes, pero a su vez es el más fuerte por su imparcialidad, es el que no puede darse el lujo de fallar en credibilidad.
“Si no hay una justicia autónoma e independiente, con seguridad eso significa no solo ausencia de democracia como régimen político, sino también la destrucción del Estado de Derecho y eso lo hemos visto muchas veces en la historia”, enfatizó el jurista.
OJ:¿Cúal es la función esencial del juez/a al servicio de la Democracia?
ABC: Se lo contesto a la inversa, un juez al servicio del autoritarismo es un atentado a la democracia y a la sociedad.
En cambio Poderes Judiciales que han asumido su rol de forma independiente y autónoma frente al poder han sido los salvadores de la propia democracia y la cultura social. Esta es la función de las y los jueces.
OJ: ¿Cómo mantener la credibilidad, legitimidad y confianza hacia el Poder Judicial cuando falla otro Poder del Estado?
ABC: Este es el gran reto que tienen los Poderes Judiciales de preservarse a la crítica institucional. Pienso que mientras más controles haya de la actuación de la justicia es mucho mejor. Hay que preocuparse por la formación de las y los jueces, se requiere personas capaces y honestas. Ahora si esta no se perfecciona, no tiene mecanismos de control de sus propios jueces, no sanciona cuando haya que hacerlo, si esto no se realiza tiende a minarse la credibilidad. La gente cree en la justicia mientras haya justicia, pero sí empieza a percibirse manipulada o que tiene fallas en la formación de las y los jueces y su capacidad moral, por falta de su propia acción, el Poder Judicial contribuye a su propia deslegitimación.
OJ: ¿Desde su perspectiva y experiencia personal porqué del resurgimiento del autoritarismo o populismo en Latinoamérica?
ABC: Esto es producto de la crisis de la democracia. Estos señores no aparecieron de la nada, en los últimos tiempos no son ni siquiera regímenes impuestos por militares. En Venezuela al presidente no lo pusieron los militares ni la fuerza armada , a este señor lo eligió el pueblo y lo eligieron dos veces. Entonces es un poco decir que es un régimen militar pero no puesto por los militares. Esto es culpa de la crisis de sistema de partidos políticos, eso no es culpa de la democracia que es lo han dicho y que por lo tanto hay que acabar con ella.
OJ: ¿Se redujo la Democracia a partidos políticos?
ABC: Quienes crearon y desarrollaron la Democracia en Latinoamérica la impusieron, tenían que dejar que evolucionara pero no lo permitieron. En muchos de estos casos los partidos asumieron el monopolio de la participación y de la representatividad en todo.
Los partidos políticos tuvieron la clarividencia de ponerse de acuerdo para establecer un régimen democrático que no lo había, lo que había eran dictaduras militares. Los partidos tuvieron esa idea de imponer democracia, asumieron el control de la representatividad y de participación que se redujo a ellos, a los partidos.
Yo estoy convencido que eso fue un factor clave en un momento determinado para la imposición de la democracia, en países no democráticos, como lo eran los países del cono sur.
Pero después de varias décadas de esa práctica democrática los partidos políticos siguieron actuando en la misma forma que lo hacían treinta años atrás y no se dieron cuenta que la gente exigía nuevos canales de participación y de representatividad. Pero siguieron controlando todo.
OJ: ¿Soluciones?
ABC: La centralización es la antítesis de la democratización. El poder debe fluir , debe desparramarse por el territorio. Hay que descentralizar por ello se debe potenciar los consejos municipales. La democracia debe llegarle a la gente. Se debe llevar hacia abajo, arraigarla en la gente, en las unidades más pequeñas, sino estamos en peligro de perderla. En el caso Venezuela los partidos políticos se desboronaron, no hubo evolución, se fueron deteriorando. Crearon un vacío político y lo mismo pasó en Ecuador, Bolivia y pasa en muchas otras partes.
No hay en el mundo democracia consolidada, que no esté montada sobre un poder público descentralizado. Por ejemplo: Suiza tiene 2300 municipios; Venezuela tiene 330 municipios con el doble de territorio Francia y ésta tiene 34 mil municipios. Porque será que esos países son más democráticos?. Porque la Democracia esta arraigada abajo.
OJ: ¿Cómo visualiza los tribunales constitucionales en un estado democrático?
ABC: Sea que este dentro del Poder Judicial, fuera de él, lo de menos es el órgano donde esté lo esencial es que hayan y la función que cumplen.
Tienen un poder trascendental, no el de anular leyes sino de desaplicarlas. La mayoría de países de América Latina tienen sistema mixto, hay pocos que solo tiene el concentrado, como Panamá, Costa Rica, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Hay otros sistemas que solo tienen el difuso como Argentina, pero en todo el principio es el mismo. Mixto o concentrado lo importante es que haya un juez constitucional o jueces que puedan garantizar la supremacía de la Constitución.
Es un poder muy importante, porque controla la actuación de todos los demás e inclusive el funcionamiento del régimen democrático.
Pero en el ejercicio de este poder debe también haber conciencia de una autorrestricción. Volvemos al mismo principio porque estamos en un régimen democrático pero no se pueden traspasar lo límites de la razonabilidad en los límites de la actuación.
El Tribunal Constitucional no puede sustituir a otros poderes, y este es un elemento que hemos estado viendo en algunos tribunales constitucionales. Que no solo controlan la actuación de otros poderes, sino que los sustituyen. Vemos tribunales constitucionales legislando, dictando leyes como el legislador positivo, esto es un atentado contra el régimen democrático, es lo que yo llamo la patología de la justicia constitucional, es cuando el juez constitucional usurpa los poderes de otros.
OJ: ¿Qué tenemos que mejorar en Costa Rica con el control de constitucionalidad?
ABC: Tienen una Sala Constitucional pionera y el balance es muy positivo. Yo le veo al sistema como debilidad el excesivo centralismo y concentración. Hay que confiar más en el Poder Judicial y eso también es una tarea que tiene la Sala Constitucional. Se debe confiar más en los jueces y desparramar el recurso de amparo y no concentrarlo porque se hace lento y la justicia lenta, no es justicia. El recurso de amparo ante todo es inmediatez y para tenerla debe estar cerca. El control difuso es un elemento a considerar no hay que tenerle miedo a que los jueces resuelvan amparos, para ello puede establecerse un sistema concentrado paralelo por medio de una de una revisión en materia constitucional. Hay mecanismos de control y protección.
OJ: ¿Qué opina de la relación medios de comunicación – jueces- Poder Judicial?.
ABC: La existencia de medios de comunicación libres es una manifestación de la democracia. No hay medios libres en un sistema autoritario. Pero como todos los factores de poder en un régimen democrático, cada quien tiene un límite de su actuación y para los medios de comunicación es el derecho de los demás, el orden público y social. Cada poder y sin duda los medios constituyen un poder en una democracia, tienen el poder de orientar a la opinión pública, a veces condicionarla, analizarla y hasta manipularla.
No pueden haber medios de comunicación que destruyan la democracia. Son los propios medios que tienen que autorregularse y estar concientes de que la democracia le da vida a ellos y que su actuación debe autorestringirse en beneficio de la democracia del Estado y del colectivo. No se vale que los medios destruyan un sistema que les permite actuar con libertad.
Cuando los medios de comunicación se enfilan contra el Poder Judicial eso significa que limitan la capacidad de acción de este. Lo condicionan y el resultado es un Poder Judicial restringido por causa de instrumentos democráticos, esto no puede funcionar así y lo hemos tenido muy recientemente en algunos países.
El juez no debe dictar sentencia por los medios de comunicación, la dicta en el tribunal y las partes no deben dirimir en la prensa su litigio. Se dice que el que más maneja prensa más gana y más presión ejerce sobre el caso. Esta es una realidad en muchos países.