Hace cerca de nueve años, por primera vez en Cuba durante esta dictadura presentamos el Proyecto Varela con el apoyo de más de 11000 ciudadanos pidiendo los derechos políticos y económicos para todo el pueblo. Ya había comenzado la Primavera de Cuba cuando el ex Presidente Carter decidió visitarnos. Primavera que el régimen trató de apagar encarcelando decenas de luchadores pacíficos por la democracia. Ese capítulo aun no termina porque muchos de ellos fueron deportados, porque aun se reprime y se persigue a los que reclamamos esos derechos, porque el totalitarismo continúa y porque nuestra lucha también continúa y continuará hasta que los cubanos seamos libres en Cuba.
Estamos sometidos a un fuego cruzado de represión, amenazas, calumnias, exclusiones y de silenciamiento de parte de muchos medios de prensa y divulgación dentro y fuera de Cuba. El ex Presidente Carter ha regresado y otra vez tiene el valor, casi excepcional, de reunirse con nosotros. Gracias amigo de Cuba, Señor Presidente Carter.
El gobierno se empeña en fabricar una falsa oposición y en desatar la infamia y la represión para confundir a muchos y compensar la cobardía de otros pues necesita con urgencia una alternativa a la oposición pacífica por la democracia. ¿Por qué? Porque es la oposición auténtica la que impulsa la verdadera alternativa al régimen que es la liberación.
Proclamaos la esperanza, anunciando esa buena y gran noticia de la liberación, ahora muy cerca.
La solución de los problemas y los gravísimos daños humanos, económicos y sociales que ha generado el totalitarismo no se pueden lograr sino superando el totalitarismo. El Partido Comunista sólo puede hacer el bien si devuelve al pueblo lo que es del pueblo: todos los derechos y la soberanía. Que nadie hable por todo el pueblo, pregúntenle en un Plebiscito.
Distinguimos al Partido Comunista y sus congresos, que son mecanismos opresivos, de los miembros de ese partido, pues todos son cubanos y los consideramos hermanos.
El Congreso de un partido que acciona los mecanismo que roban la libertad al pueblo, que imponen la cultura del miedo, que condenan a los pobres a la mayor pobreza y les quitan la voz para que ni siquiera puedan decir que son pobres, que someten a sus propios miembros y coacciona a los trabajadores, que sumergen a la nación en la improductividad, la corrupción institucionalizada y la dependencia de tiranías extranjeras, sosteniendo un poder totalitario por encima de la soberanía popular, no puede ser un congreso del todo el pueblo. El verdadero congreso de todo el pueblo será la realización de elecciones libres y democráticas precedidas de los cambios en las leyes que garanticen todos los derechos a todos los cubanos en un ambiente de reconciliación y transparencia que cultive la paz, la fraternidad y la justicia en Cuba. No más la sentencia de ¨ socialismo o muerte ¨, sino siempre, ¨ Libertad y Vida ¨.
La solución no es el capitalismo salvaje y su privatización desenfrenada, ni el comunismo salvaje con su partido único y sus supercapitalistas únicos, ni mercado ni el estado deben estar por encima de las personas. El pueblo de Cuba sabe lo que quiere, sólo tiene que tomarse la palabra. No más permiso para hablar en asambleas dirigidas, sino derecho permanente a expresarse, a asociarse en partidos políticos y organizaciones sociales, a salir libremente de Cuba y a entrar libremente como pide el Proyecto Heredia, a elegir y a ser elegidos mediante una nueva ley electoral. Sí hay camino, si hay alternativa, es la hoja de ruta para el cambio pacífico entre cubanos que llamamos: TODOS CUBANOS.
El pueblo de Cuba quiere conservar la salud y la educación gratuitas y todo lo que ha creado con trabajo y amor, pero quiere cambios, quiere libertad. Mantener las manos de los cubanos atadas y sus bocas amordazadas es condicionar la nación para la desigualdad mayor que ya es inmensa, para que los poderes se subasten a Cuba como un pastel después de haber sido tratada como una finca privada durante más 50 años. Solo el pueblo, bendecido por Dios salva al pueblo y este es un pueblo bendito.
TODOS CUBANOS, TODOS HERMANOS Y AHORA… LA LIBERTAD
Oswaldo Payá Sardiñas
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