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El jefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi propuso el lunes "un pacto a los centristas y a todos los moderados" estimando que abrir una crisis gubernamentales" sin solución previsible sería una locura política", en un discurso en el Senado, en víspera de votos decisivos.
"Hay que reconstruir la alianza de todas las fuerzas moderadas", indicó Berlusconi, ofreciendo "un pacto de legislatura" a sus ex aliados del grupo Futuro y Libertad para Italia dirigidos por Gianfranco Fini y a los centristas de la Unión Demócrata Cristiana, ambos en la oposición.
"El pueblo de los moderados nos demanda unirnos por el bien de Italia" insistió Berlusconi, estimando que se trata "de un patrimonio inestimable" y que nadie "puede asumir la responsabilidad de destruir".
"Necesitamos continuidad, una perfecta eficacia, capacidad de decisión, todo salvo una crisis con un salto en el vacío", indicó el presidente del Consejo, destacando la necesidad de "estabilidad" frente a la crisis económica y a las turbulencias de los mercados financieros europeos.
Para él, "la única solución es renovar la confianza en un gobierno porque éste ha actuado bien y por un sentido de la responsabilidad nacional", agregó. "Abrir hoy una crisis gubernamental sin solución previsible sería una locura política".
Berlusconi, que adoptó un tono grave pero más bien moderado, habló en vísperas de una jornada crucial para su gobierno. El martes, las dos asambleas votarán casi simultáneamente: la cámara alta una moción de apoyo al gobierno, la cámara baja dos mociones de censura.
En el Senado, el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL) y su asociado de derecha Liga del Norte, disponen de una mayoría sólida, mientras que en la Cámara , Fini y 35 diputados que lo siguieron en su rebelión se comprometieron a poner a Berlusconi en minoría, votando la moción de los centristas de Pierferdinando Casini.
Los pronósticos son muy inciertos, la adopción de esas mociones se definirán por escasos votos.