El presidente de México reconoce que el narcotráfico es un problema enraizado en el país y su erradicación implicará más tiempo, dinero y vidas humanas.

Rumbo a su cuarto año en la presidencia y de haber declarado una estrategia de combate frontal al narcotráfico, Felipe Calderón reitera que es una batalla que se debe librar y ganar con la unión, sin embargo, será “muy larga y muy cruenta” e implicará más tiempo, dinero y también –“por desgracia”- la pérdida de vidas humanas.

El mandatario mexicano –entrevistado por el diario español El País- asevera que el narcotráfico es un mal enraizado en la sociedad e instituciones mexicanas y que, si se hubiera enfrentado antes, se habría resuelto rápidamente.

“Se le dejó crecer con un falso concepto de tolerancia, de arreglos implícitos, como algunos asesores del presidente Vicente Fox han sugerido”, dijo Calderón.

El Presidente reconoció que no tenía una idea concreta de las dimensiones cuando declaró “la guerra contra el crimen” en 2006, aunque sí de su peligrosidad y urgencia de resolver.

Pero en 2004, EU eliminó la prohibición de venta de armas de asalto y con ello, creció el poder bélico de los carteles lo que derivó en mayor poder de confrontación entre ellos y con las autoridades, aseveró al rotativo.

ARIZONA

Por otro lado, Calderón reconoció que hay cierta tensión con el gobierno estadounidense por la ley SB 1070 promulgada en el estado de Arizona, una legislación “emitida de manera irresponsable, en un momento electoral, y que (…) no soluciona el problema que tenemos”.

“La migración es un fenómeno natural que no puede contenerse por decreto entre dos economías que son absolutamente complementarias”, afirmó el mandatario al destacar la relación de antaño de EU y México.

Ante esta ley que considera con tintes raciales discriminatorios y que va en retroceso, Calderón Hinojosa dijo que su gobierno federal apoyará a los migrantes “del uso abusivo que esta ley va a provocar”.

Además de las recomendaciones para no viajar al estado, el consumo de los mexicanos ha disminuido y con ello, cierta parte de la actividad económica “en Arizona ha decrecido”, dijo Calderón.

“Ojalá esto sirva como una llamada de atención: esa ley no puede más que agravar los problemas de la relación bilateral y los problemas de Arizona”.