La popularidad y apoyo de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, logró hoy finalmente rescatar la campaña del abanderado presidencial del oficialismo, el senador Eduardo Frei, quien apareció ganando por primera vez la segunda vuelta, en un sondeo universitario independiente.

La aún débil consolidación de Frei, que personal y reservadamente pidió la ayuda en imagen a Bachelet en una cita personal en La Moneda, coincide con una baja y un estancamiento en las adhesiones al millonario y derechista Sebastián Piñera, favorito para imponerse en la primera vuelta de diciembre.

La arremetida de Bachelet, quien desea volver al poder en 2014, sin embargo no logró evitar los guiños de diversos sectores del oficialismo a la candidatura independiente de Marco Enríquez-Ominami, por ahora en un ascendente tercer lugar.

Incluso, el propio presidente del oficialista Partido por la Democracia, Pepe Auth, instó a formar un nuevo frente político, "sea cual sea" el resultado de las elecciones, en que necesariamente Frei si accede al balotaje deberá pedir apoyo a los seguidores de Enríquez-Ominami.

En ese escenario, Bachelet llamó a todos sus ministros a apoyar decidida y públicamente a Frei e incorporó activamente a su madre, Angela Jeria, y a su hijo, Sebastián Dávalos a la campaña oficialista.

Las medidas de salvataje electoral fueron duramente criticadas por los demás candidatos, conscientes de que la popularidad de Bachelet, cercana al 80 por ciento, pueden definir los comicios, los primeros en que el gobierno encara la opción de una derrota desde 1990, tras el retorno a la democracia.

"No es correcto ver cómo los ministros reciben instrucciones de parte de un comando. Las chilenas y chilenos queremos ver a todos nuestros ministros trabajando para resolver los problemas de los chilenos", reclamó el líder opositor, Sebastián Piñera.

Enríquez-Ominami también remarcó su distancia con la decisión de Bachelet de sacar al gobierno a campaña y cuestionó la calidad moral de la medida.

"Tenemos a un grupo de ministros que de manera destemplada, a un grupo de intendentes que de manera descarnada, ya confiesan no ser secretarios de Estado y que no trabajan para los chilenos, trabajan por sus miedos, para rescatar a un candidato que está en caída libre", dijo.

Sin embargio, desde La Moneda las voces fueron de alegría, en especial después de revelarse el sondeo de la Universidad Diego Portales, que por primera vez augura una derrota de Piñera en el balotaje de enero.

"Se mire por donde se mire, en Chile la derecha no es mayoría", dijo hoy la vocera del Ejecutivo, la ministra Carolina Tohá, quien confirmó que el gobierno seguirá marcando apoyos a Frei.

"Cada chileno va a ser decisivo en quién va a ser el próximo presidente", concluyó Tohá, ante el hecho indesmentible de que las actuales son las elecciones presidenciales más reñidas en cuarenta años y en las que el gobierno recién asoma aires, aún débiles, de triunfo.